En la kilométrica cola para dar el último adiós a la Reina Isabel II
La fila está dividida por sectores cada uno con distintos accesos de seguridad. Según se avanza se van repartiendo pulseras, como en los festivales de música, numeradas y de diferentes colores según el sector
Los británicos están siendo puntuales en su cita con la historia: la orilla sur del Támesis ya es una larga cola de personas que, muchas de ellas llegadas a la estación de Waterloo desde todos los puntos del país, se van incorpora do. Vienen ... de las Midlands y las Highlands, Irlanda del Norte, Gales, incluso de los antiguos territorios de ultramar.
La organización de estas multitudes corre a cargo de un ejército de más de mil voluntarios, jóvenes en su mayoría y, en ocasiones, tan bien o mal informados que el común de los presentes, quienes van indicando dónde está el final de la fila, que a estas horas se extiende desde el puente de Lambeth hasta el puente de Londres, hacía el este.
La Policía meteopolitana no hace funciones de organización, sino de seguridad.
La fila está dividida por sectores, cada uno con accesos de seguridad. A medida que se avanza, se van repartiendo pulseras de tela, como en los festivales de música, numeradas y de diferentes colores según el sector.
Llama poderosamente la atención la cantidad de inodoros móviles repartidos sobre todo en la cabecera de la fila, una zona en la que el acceso a establecimientos es más complicado.
A lo largo de todo Southwalk, restaurantes, cafés, cines y centros culturales amplían sus horarios (no pueden abrir las 24 horas por problemas de licencias) para atender con comida, bebidas o aseos a quien lo solicite. También se disponen de puestos de avituallamiento y de primeros auxilios