Irán dicta la primera condena a muerte a un manifestante que participó en las protestas contra el régimen de los ayatolás

Se trata de la primera persona condenada a muerte por participar en las revueltas que comenzaron tras la muerte de Masha Amini. El pasado 16 de septiembre Amini, una joven kurda de 22 años, terminó en un centro de reeducación bajo custodia de la Policía de la Moral por «vestimenta inapropiada» –demasiado cabello que sobresalía de su pañuelo en la cabeza–. Terminó en coma y murió tres días después de su arresto. Desde ese día, y ya van dos meses de protestas donde, las calles no sólo de la capital, sino de ciudades y pueblos de todo el país se han llenado de manifestantes que protestan contra el régimen de los ayatolás.

«Muerte al dictador», «mujer, vida y libertad» se han convertido en los gritos más repetidos entre los manifestantes en las calles de todo el país, y por ello las autoridades arrestan y persiguen a los que participan en las movilizaciones.

Algunos han sido acusados de delitos que podrían conllevar la pena de muerte en un país que, según Amnistía Internacional, ocupa el segundo lugar mundial después de China en el número de personas que ejecuta cada año. Otro tribunal de la capital condenó a cinco a diez años de prisión a otras cinco personas por «reunirse y conspirar para cometer delitos contra la seguridad nacional». Estos seis condenados pueden apelar. Una gran mayoría de los 290 diputados iraníes (272) exigieron recientemente a la justicia del país que aplique una severa represión a los movimientos de protesta utilizando la ley de represalias contra los «enemigos de Dios» , en referencia a los autores de los «disturbios» que sacuden al país

Según la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Oslo, «las pruebas muestran que las autoridades de la República Islámica pueden estar planeando llevar a cabo ejecuciones apresuradas con el objetivo de intimidar a la sociedad». Esta ONG apunta que tienen conocimiento de que, al menos, 20 manifestantes enfrentan actualmente cargos que podrían conducir a la pena de muerte.

Más de 2.000 personas han sido acusadas, casi la mitad de ellas en Teherán, desde que comenzaron las manifestaciones, según las cifras judiciales.

Naciones Unidas ha cifrado en 14.000 personas las detenidas en las protestas, mientras que la organización con sede en Noruega las sube a 18.000. De estas hay decenas de activistas, periodistas y abogados, cuya detenciones han provocado protestas masivas en el extranjero.

Según la ONG Iran Human Rights, al menos 326 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad como consecuencia de las protestas en todo el país, «incluidos 43 niños y 25 mujeres, fueron asesinados por las fuerzas de seguridad durante las protestas en todo el país».

Este lunes, la Unión Europea ha adoptado una lista de sanciones a varios funcionarios de Irán, incluyendo al Ministro de Interior, y a la red estatal de televisión Press TV, a raíz de la represión a las protestas por la muerte de una joven bajo custodia policial.

La lista de sanciones, identifica al ministro de Interior, Ahmad Vahidi, como «responsable de graves violaciones de los derechos humanos».

En tanto, la red Press TV, identificada como un «organismo estatal de radiodifusión televisiva», fue sancionada por «la realización y transmisión de confesiones forzadas de detenidos».

En total, la decisión adoptada este lunes añade 29 funcionarios iraníes y tres organizaciones a la lista de sancionados. La decisión fue aprobada por los ministros europeos de Relaciones Exteriores durante una reunión en Bruselas.