Obama condena el asesinato de los colonos judíos: «es una carnicería sin sentido»

«Nos vamos a encontrar con extremistas de la negativa que, antes que buscar la paz, van a buscar la destrucción y tragedias como la de ayer, con gente tiroteada en plena calle por terroristas cuyo único propósito es dinamitar estas conversaciones», afirmó Obama después de reunirse con Netanyahu en el Despacho Oval. Añadió que el objetivo de Estados Unidos «no es sólo garantizar un Israel seguro sino también una paz duradera en que la población de esta región pueda tomar otro camino».

El presidente de Estados Unidos recordó que su país tiene un «férreo» compromiso con la seguridad de Israel y que va a combatir este tipo de terrorismo. Netanyahu agradeció a Obama «el sentimiento de la gente decente en todo el mundo». El primer ministro israelí acusó a Hamas, autora de los atentados, de carecer de respeto por la vida humana y de «asesinar a cualquiera que se les oponga».

A su vez calificó las presentes conversaciones auspiciadas por Washington de «abiertas, productivas y serias en la búsqueda de la paz», así como dirigidas a encontrar un arreglo de seguridad que permita dejar atrás este tipo de terror. Netanyahu agradeció a Obama sus esfuerzos para «traer paz para nosotros y nuestros vecinos».

En este punto Obama volvió a tomar la palabra, para expresar su confianza en el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en la capacidad de este de «plantar cara incondicionalmente» al terrorismo y de todas las partes de alcanzar el acuerdo para la creación de un doble estado.

Nadie ha despejado de momento la incógnita sobre los asentamientos judíos en Cisjordania. Netanyahu ha hecho declaraciones ambiguas, que tanto pueden interpretarse como un aviso efectivo de que no se prolongará la congelación de los asentamientos más allá del 26 de septiembre, como que se niega a anunciarlo como condición previa para iniciar las negociaciones, como exige la parte palestina. De momento el primer ministro israelí ha advertido a los colonos que amenazan con violar una eventual moratoria de la congelación, en señal de protesta por los últimos asesinatos, que se abstengan de desafíos y se atengan «a lo que dicte la ley».