Tiempos de Conflictos, Poder y Fuerza

El tiempo corre y es urgente que Europa cuente con una Gobernanza política capaz de tener y compartir visión y de tomar decisiones rápidas y adecuadas a lo que se prospecta

El presidente de EE.UU., Donald Trump. EFE/EPA/ALLISON ROBBERT / POOL

Estamos viviendo un momento convulso donde se suman intereses económicos y estratégicos, enfrentamientos religiosos, ambiciones personales, revanchas, etc. En estos años de conflictos hemos visto que un enfrentamiento militar sin una estrategia de salida impacta en las vidas de las personas, crea víctimas, desgasta economías ... y puede largarse para mucho tiempo.

También hemos visto qué importancia tiene el control de los recursos naturales para la independencia energética y tecnológica, fundamental en un mundo siempre más digital, dominado de la Inteligencia Artificial.

Tecnologías que al mismo tiempo que consuman mucha energía o tierras raras, aportan también una eficiencia y una capacidad de crecimiento económico determinante.

La gran pregunta es, ¿cómo salir de lo que parece la ruptura de la ecuación debida a la de globalización?

Estamos pasando de la cooperación y la colaboración a la independencia, a la autonomía y a la defensa.

Se está dibujando un nuevo panorama que prelude a un nuevo orden mundial donde se enfrentan fuerzas y poderes.

Es un gran estrés sobretodo para las democracias que necesitan decisiones de consenso y que vienen de una series de eventos negativos como:

-La ola de retorno de una globalización que ha generado desplazamiento productivo, desempleo y salarios bajos.

-La crisis subprime que ha empobrecido a las familias.

-La pandemia que ha parado la economía mundial y ha puesto en evidencia cómo en un mundo globalizado la rotura de los suministros pueden parar producción y distribución.

-Y finalmente los conflictos, que han acentuado las debilidades económicas, reducido de mucho el crecimiento e impacto, sobre todo en la clase media. Clase media que va recuperada lo antes posible porque es la clave para evitar populismos que complican las democracias y la debilitan.

En este entorno entonces parece que solo los países que tienen fuerza y poderes pueden hacer historia y cambiar el curso de los eventos. Los actores principales siguen siendo Estados Unidos y China. Las dos potencias tienen varios intereses, muchos opuestos, pero también algunos en común como los económicos. La postura de estas dos potencias muta en función de sus intereses.

Estados Unidos y China aunque a palabras se declaran centrados en resolver los problemas internos a sus países, juegan sus papeles en todos los conflictos aunque no directos, a veces interviniendo y a veces manteniendo un perfil bajo, como en el caso de China en Oriente Medio.

Hablando de Fuerza y Poder, hace pocos días hemos asistido a un ejercicio de fuerza de Estados Unidos que ha impuesto al premier israelí de llegar a una tregua del conflicto.

No solo el presidente americano con una gran labor de diplomacia y de enlazar intereses económicos ha sumado a la voluntad de cerrar el conflicto medio oriental a mucho países en particular a los Árabes y a Turquía.

La hipótesis de acuerdo de paz que en la cumbre egipcia se ha acordado entre todas las partes es seguramente muy complicada, pero al momento es la única salida a una guerra que ya dura dos años y que ha hecho muchas víctimas.

La estrategia Americana es muy clara, aislar a Irán, (cosa que interesa también a los Países Árabes y a Turquía) , firmar los acuerdos de Abraham y cambiar el panorama medio oriental creando las premisas de un nuevo crecimiento económico del area basado en intercambios y convivencia.

Parece un sueño irrealizable pero todos deben apuntarse y hacer que la tregua y los 20 puntos del acuerdo de paz se cumplan, el plan va apoyado con fuerza para que se pueda realizar y durar en el tiempo.

La participación activa de tantos países, de los principales países del área y el protagonismo americano son la garantía de que se hará todo lo posible para llegar al resultado final que es la paz.

El otro frente de guerra es también muy complicado, Rusia con la invasión de Ucrania, después de todo este tiempo, todavía no ha conseguido los resultados esperados y no solo ha generado muchas víctimas, ha transformado su economia en una economia de guerra y se ha puesto en las manos de China.

Esta guerra también ha contribuido a la fuerte inflación de estos años, ha desgastado en particular las economías europeas a causas del coste de reemplazo energético y de las mismas sanciones a Rusia.

También en esta guerra es Estados Unidos la única potencia que puede intentar parar el conflicto aunque la postura de China será determinante.

Estados Unidos tiene una estrategia correcta pero muy complicada de conseguir, alejar Rusia de la mano de China.

La suma de China y Rusia, con sus relevantes recursos naturales y fuerzas militares agrandaría el peligro competitivo que Estados Unidos ven hoy en China.

El problema es que China habiendo conseguido controlar la economía Rusa seguramente hará de todo para conservar su posición privilegiada de control.

Es en el marco de esta compleja y difícil actuación estratégica americana que se tienen que interpretar los tentativos que parecen extemporáneos y sin lógica del presidente americano que con un pragmatismo máximo ha hecho y está haciendo de todo para encontrar un punto de caída de la guerra que le permita dar una posibilidad a Rusia de desengancharse de la morsa de China.

En todo esto Europa hace mucha fatiga a jugar un papel decisivo aunque no debemos olvidar que el apoyo de Europa a Ucrania en estos años de guerra ha complicado los planes de Rusia que quería resolver su invasión en pocos días.

A Europa le falta resolver varios problemas: el primero lo de una política internacional y una defensa común, luego lo de la independencia energética y en recursos naturales, lo de de una clara política industrial y tecnológica y sobretodo le falta reducir la mucha burocracia y regulación .

Estas son las condiciones que no permiten a Europa de participar como debería a las resoluciones geopolítica de estos conflictos. A Europa le hace falta unidad que es sinónimo de fuerza y poderes.

En Defensa por ejemplo , después de muchos años de inversiones americanas en la OTAN para apoyar Europa, Europa tiene que hacer su parte invertir más y ganar en capacidad decisional, sin caer en el error, que sería gravísimo, de alejarse de la OTAN o de la alianza occidental con Estados Unidos.

Todos tenemos que esperar que de sus debilidades Europa sepa sacar la fuerza que viene de la necesidad y encontrar la manera de fortalecer su posición para tener un rol en el juego geopolítico global.

El tiempo corre y es urgente que Europa cuente con una Gobernanza política capaz de tener y compartir visión y de tomar decisiones rápidas y adecuadas a lo que se prospecta.

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