Fico, la amenaza de un líder prorruso dentro de la OTAN

Y según las encuestas se trata de una posibilidad bastante real. Politpro vaticina un empate en torno al 18% o 19% entre el partido SMER, socialista, populista y ultranacionalista, dirigido por el pro PutinRobert Fico, y la formación Eslovaquia Progresista (PS), cuyo candidato, Michal Šimečka, mantendría la actual posición del país de apoyo a Ucrania. Otras encuestas, como la de la televisión ta3 conceden a Fico hasta el 22%, seis puntos por encima de Šimečka, y la formación de gobierno puede implicar a toda una pléyade de pequeños partidos, aunque resultará clave la tercera lista en intención del voto, con un 15%: «Hlas» (La Voz), del ex primer ministro Peter Pellegrini, una escisión de SMER.

El actual gobierno culpa a Rusia de la desestabilización del país que ha obligado a esta convocatoria de elecciones anticipadas. La fecha de estos comicios fue fijada por el Consejo Nacional de la República Eslovaca el pasado 31 de enero, después de que, en 2022, varios grupos presentan una moción de censura contra el gobierno de Eduard Heger, que dimitió en mayo. La desestabilización, en todo caso, no afecta solamente a la política, sino que hay una base social sólida que muestra desapego por Ucrania y que desea la victoria de Rusia.

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La localidad de Prešov, la tercera en población del país con unos 90.000 habitantes, está muy cerca de la frontera con Ucrania. «Viva Putin» gritaban allí hace una semana durante un acto electoral. «La Unión Europea debe tener claro a quién apoya aquí. ¡A los fascistas de Estados Unidos! ¡Putin no tiene la culpa!», se proclamaba por megafonía, a lo que el público respondía con sonoros aplausos. Liliana Shtepenko, ucraniana refugiada en Eslovaquia, se gana la vida como traductora. «Nosotros, los ucranianos, seguimos agradecidos a Eslovaquia por su mucha ayuda, pero desde hace un año todo ha cambiado aquí y el país se hace cada día se hace más hostil contra nosotros», lamenta. La última encuesta de Globosec arroja que el 34% de los eslovacos cree que la guerra fue «provocada por Occidente». El 76% condena las sanciones a Rusia y el 69% rechaza la ayuda militar a Ucrania.

Fico ha sabido aprovechar el descontento generado por la inflación galopante y los refugiados: se opone a las cuotas de reparto solidario de la UE y ha prometido que, si gobierna, Eslovaquia dejará de prestar ayuda militar a Ucrania y reforzará los lazos con Rusia. «Tanto su retórica como sus posturas son las de Viktor Orbán», compara Roman Joch, presidente del Instituto Cívico. El hecho de que Fico se hiciese con el poder, no solamente volcaría a Eslovaquia del lado de Putin, sino que tendría sin dudas un efecto revulsivo en toda la región.

Los ministros de Asuntos Exteriores de Austria, Eslovaquia, Eslovenia, Chequia y Hungría se reunieron el miércoles pasado en Viena, en el formato denominado «Cinco Centrales», y llamaron a garantizar la continua relevancia de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), una de las pocas organizaciones paneuropeas de las que Rusia todavía sigue siendo miembro, además de pedir a Occidente vías de comunicación con Putin. «Creo que tenemos que mantener abiertas las líneas de comunicación y las plataformas necesarias que podamos necesitar cuando llegue el momento», dijo el anfitrión, Alexander Schallenberg. La OSCE es la «única organización que mantiene un diálogo abierto con Rusia», insistió la ministra de Asuntos Exteriores eslovena, Tanja Fajon, miembro del actual gobierno proUcrania, mientras que su homólogo checo, Jan Lipavský, añadió que, en su actual formato, es «uno de los pilares de la arquitectura de seguridad europea». La República Checa, en caso de una victoria de Fico, sería sin duda propensa a un efecto contagio.

En Praga, el partido prorruso PRO busca la misma estrategia que Fico, la dimisión de Fiala, al que acusan de la crisis energética, la falta de medicamentos y el déficit presupuestario, para forzar unas elecciones de las que saldría un gobierno opuesto a la OTAN. Así lo anuncian en sus periódicas manifestaciones, en la plaza de Venceslao. Incluso la UE acusaría el golpe si se impone en Bratislava Fico, que repite en campaña que «acusamos a la UE de haber pasado de ser un proyecto de paz a apoyar la guerra. Esto no tiene precedentes. Acusamos a la UE de no tener una estrategia para Ucrania y de seguir ciegamente a los EE.UU.».