Así son los F-16, los cazas de combate que va a recibir Ucrania para hacer frente a las tropas rusas

Mientras tanto, varios países han comenzado a instruir en el manejo de estas aeronaves, con más de medio siglo a sus espaldas, a un grupo de pilotos ucranianos.

El diseño del F-16 comenzó en la década de los 70 cuando la Fuerza Aérea de los Estados Unidos quería modernizar sus aviones de combate. Hasta entonces contaban con el F-15 Eagle, pero era demasiado aparatoso y caro de fabricar. Por lo que la idea era diseñar un aparato más liviano, pequeño, barato y fácil de manejar. Y, por ende, más perdurable en el tiempo.

Lockheed Martin, empresa encargada de fabricar estos aviones, lo define en su página web como «el caza de cuarta generación más avanzado jamás construido». La última versión cuenta con un adelantado radar de combate, que ofrece mayores detalles del área objetivo y de las imágenes que recibe el piloto, lo que deriva en una mayor precisión en la puntería.

En un principio, se quiso llevar a cabo un caza más simple y económico que «volara y girara tan rápido que los adversarios no pudieran atacarlo ni con misiles ni con ametralladoras». En 1975, esta empresa pudo conseguirlo gracias al uso de tecnologías que hasta entonces no se habían integrado en un solo avión.

«Su suave carrocería de alas combinadas proporcionaba sustentación y un control adicionales; su crítico sistema 'fly-by-wire' mantuvo estable el diseño y aumentó su agilidad; y su asiento eyectable trasero ligeramente inclinado, su palanca de control lateral, su pantalla frontal y su capota de burbujas mejoraron la capacidad de supervivencia del piloto, así como su visibilidad y control», explica la empresa en su página web.

Entonces ya era elegante y rápido, pero en 1980, los ingenieros de Fort Worth, la división aeroespacial de General Dynamics en Texas, que más tarde adquiriría Lockheed, agregaron armas y sistemas de orientación más potentes sin disminuir su agilidad, convirtiéndolo en un avión muy polivalente.