Eslovaquia se queda sin Gobierno en plenas negociaciones para enviar aviones de combate a Ucrania

Las negociaciones con los hasta hace solo unos meses socios de coalición, los liberales del partido Libertad y Solidaridad (SAS), parecieron por momentos prosperar gracias al ritual de sacrificio del ministro de Finanzas, Igor Matovic. Matovic llegó este jueves a firmar su carta de dimisión y se dirigió con ella a la residencia del presidente, donde pretendía presentarla. Pero ya en el edificio y tras una llamada telefónica, cambió de opinión, se negó a entregar la carta y se dio media vuelta. «Firmó su renuncia frente a los empleados de la oficina presidencial, pero cambió de opinión en el último momento y arrebató el documento firmado de manos del jefe de la oficina», se explicó en un comunicado.

Eso tuvo como consecuencia directa que Heger perdiese la moción de censura en el Consejo Nacional. De los 150 diputados, 78 votaron en contra del Gobierno. SAS, que formó parte del mismo hasta finales de verano, que había promovido la moción de censura y que había llegado a anunciar que votaría en contra y salvaría al gobierno, votó finalmente en contra. Su líder, Richard Sulík, dijo después que había sido «una conclusión adecuada».

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Eslovaquia queda ahora sin Gobierno y abocada a un adelanto electoral. Las elecciones podrían celebrarse en primavera o en otoño de 2023, pero mientras tanto hay asuntos importantes sobre la mesas. El Gobierno de Eslovaquia había manifestado su disposición de enviar a Ucrania aviones de combate MiG-29, vitales para la estrategia militar de Kiev. El ministro de Asuntos Exteriores, Rastislav Kacer, durante su reunión el pasado jueves en Kiev con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, discutió incluso los términos concretos de la entrega, de manera que en Bratislava se esperaba la inminente llegada de una delegación ucraniana para trabajar con eslovacos y estadounidenses en la implementación de la entrega.

Eslovaquia se convertiría así en el primer miembro de la OTAN en entregar aviones de combate a Ucrania a cambio de varios F-16 estadounidenses que reemplazarán en su arsenal los aviones de combate de diseño soviético de más de treinta años. Sin embargo, se espera que la entrega del avión estadounidense se retrase dos años. Hasta su llegada prevista en 2024, Polonia y la República Checa se harán cargo de la defensa del espacio aéreo eslovaco: en abril firmó el acuerdo con Varsovia y en julio, con Praga.

Con el Gobierno en funciones y a la espera de recobrar la estabilidad parlamentaria, todos estos planes de Eslovaquia quedan en el aire. Los analistas señalan tres posibles opciones: los partidos pueden tratar de negociar una nueva mayoría, el presidente puede nombrar un gobierno interino o puede convocar nuevas elecciones. Esta última es la deseada por la mayoría de los partidos, con los que la Presidencia comenzará este mismo viernes las consultas.

Las encuestas sugieren un terremoto. El partido de centroderecha Gente Común de Heger, miembro del Partido Popular Europeo, obtendría un resultado devastador, cayendo del 25 por ciento de 2020 al 7,5 por ciento. Sería reemplazado de hecho como el partido más fuerte por el de centro-izquierda HLAS-SD, del ex primer ministro Peter Pellegrini y asociado del Partido de los Socialistas Europeos (PSE).