Pedro Rodríguez - DE LEJOS
Y a partir de ahora ¿qué?
Seis claves para entender los próximos meses en la crispada política de Estados Unidos

1. – El «pato cojo» : Así se conoce el periodo final de toda Presidencia de Estados Unidos. Durante este tiempo, hasta el 20 de enero, Trump mantiene todos sus poderes. Entre sus anunciados planes figura: la madre de todas las purgas en Washington desde ... el doctor Fauci al director del FBI; sabotear el importante proceso de transición presidencial; negarse a abandonar el cargo y no reconocer el resultado de las elecciones; y hasta es posible que se conceda un perdón completo e incondicional a sí mismo.
2. – El 3-N como desacuerdo fundamental : Sin haberse logrado un repudio del trumpismo, el resultado de estas presidenciales pone en evidencia la profundidad y trascendencia de los desacuerdos acumulados por el electorado estadounidense. Desde cómo controlar la pandemia (o tan siquiera intentarlo); hasta cómo resucitar la economía y volver a generar empleo; cómo luchar contra el cambio climático o cuestionar si se trata de una emergencia; e incluso el lugar que deben ocupar la moral, la empatía, el estado de derecho y hasta la ciencia en la vida pública de Estados Unidos. No olvidar que al final, la América que no quiere ser Europa ha conseguido sumar más de 70 millones de votos, cuatro millones menos que Biden. Nada de paréntesis grotesco.
3. – El trumpismo, en perspectiva : Un capítulo más en la larga tradición de populismo en la política de Estados Unidos desde los tiempos decimonónicos de Andrew Jackson. Trump ha terminado construyendo un proyecto político con entidad propia, basado en la economía y el nativismo. Ha sido el coronavirus el que ha puesto en su sitio a Trump y no la letanía de abusos perpetrados desde su toma de posesión. Trump no es un grotesco paréntesis.
4. – La cada vez más profunda brecha rural/urbana: Cuando Trump ganó por la mínima Wisconsin en 2016, se impuso en 23 condados que antes habían votado al presidente Obama. En la estrecha victoria de Joe Biden en Wisconsin, el candidato demócrata solamente ha podido recuperar 2 de esos 23 condados a favor de Trump. Si finalmente Biden ha ganado en Wisconsin es porque ha logrado aumentar los porcentajes de voto demócratas en las dos grandes ciudades de ese Estado: Milwaukee y Madison Este análisis es perfectamente extrapolable al resto del país, con Biden a la cabeza en zonas urbanas y suburbanas. Mientras Trump ha conseguido inundar de rojo la América rural y las periferias urbanas, la ventaja de Biden se basa en el predominio de los demócratas en las jurisdicciones urbanas y suburbanas. Un cambio consumado con respecto al eje tradicional Norte-Sur en la política de Estados Unidos.
5. – Las consecuencias del debate político antagónico : El debate político de Estados Unidos cada vez más tiende a utilizar los «wedge issues» (para entendernos, controversias más bien falsarias pero con mucha resonancia). El planteamiento de estas cuestiones tiene un efecto irresistible: obliga a que todo el mundo se pronuncie pero impide alcanzar acuerdo alguno. Estos debates (el aborto es el máximo ejemplo dentro de la llamada guerra cultural) se formulan en los peores términos antagónicos, pero son muy efectivos a la hora de dividir, polarizar y movilizar a las bases. En este sentido, Estados Unidos potencialmente se dirige a un periodo de enfrentamiento partidista enquistado y paralizante, justo en una de las peores crisis de su historia.
6. – El problemático futuro que comparten el Partido Republicano y del Partido Demócrata: Tradicionalmente, en la política de Estados Unidos las elecciones te ofrecen claridad sobre cómo cada partido contempla su futuro. No importa quién gane, los demócratas están abocados a dividirse entre jóvenes progresistas, más a la izquierda, y una vieja guardia moderada. Con Biden, los demócratas han tenido que irse varias generaciones atrás para encontrar su candidato. Un Partido Republicano redefinido a imagen del presidente Trump tendrá también que empezar a sopesar hacia dónde se encamina. Con la derrota de Trump, el partido conservador se enfrenta a un ajuste de cuentas sobre si necesita o no un mensaje más inclusivo. La gran lección tóxica de Trump a los republicanos es que se puede ganar la Casa Blanca (por lo menos durante cuatro años) sin apelar a la diversidad que caracteriza a Estados Unidos.
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