El Ejército israelí bombardea el sur de Damasco tras el lanzamiento de 6 proyectiles a los Altos del Golán

La temperatura aumenta en la frontera norte de Israel en una semana marcada por el lanzamiento de 34 de cohetes desde Líbano. La milicia chií de Hizbolá se desmarco de una operación ejecutada por Hamás como respuesta a la brutalidad policial en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, que sufrió dos asaltos a comienzos de semana. Los israelíes bombardearon el sur del Líbano y Gaza, pero no hubo víctimas.

Tanto en Líbano como en Siria aparecen grupos palestinos como ejecutores del lanzamiento de proyectiles, pero en lugares tan sensibles es poco probable realizar operaciones así a espaldas de Hizbolá y del régimen sirio respectivamente. La gran sorpresa hasta el momento es la contención en la respuesta israelí, que en el pasado era contundente ante acciones de este tipo. Benjamín Netanyahu hace frente a esta amenaza en el norte con una enorme división interna, que anoche volvió a juntar a decenas de miles de personas en Tel Aviv en forma de protesta.

Cada semana se producen bombardeos de Israel en Siria, país en el que Irán se ha convertido en uno de los aliados clave de Bashar Al Assad. El régimen iraní, junto a Rusia, ha hecho posible que Assad sobreviva a doce años de guerra y mantenga el poder en Damasco. Los israelíes ni confirman ni desmienten unas operaciones que alcanzan objetivos vinculados con la Guardia Revolucionaria y Hizbolá. Desde el Estado judío insisten en que no permitirán que su país vecino se convierta en una base iraní, pero el aumento de la actividad militar en las últimas semanas, con bombardeos a los aeropuertos de Damasco y Alepo, indicaría que el enemigo intensifica los envíos de armamento.