Washington da luz verde a un deshielo histórico entre EE.UU. e Irán

Los republicanos creen que con esta decisión, Biden cede al chantaje de Irán, que, según denuncian, tiene detenidos a numerosos extranjeros para después negociar su excarcelación. Las críticas más duras las efectuó el expresidente Donald Trump, que lidera las encuestas para ganar las primarias de su partido. «Entonces, ¡aclarémoslo! Hicimos un intercambio de rehenes con Irán. Les dimos a cinco personas muy capaces que ellos querían desesperadamente. Nosotros también recuperamos a cinco personas pero, además les dimos 6.000 millones», dijo Trump en su red social.

Como parte del acuerdo, ya bastante avanzado y filtrado en EE.UU., se permitirá la transferencia de 6.000 millones de dólares [5.500 millones de euros] en fondos iraníes congelados, desde Corea del Sur a Qatar, nación aliada de Irán. El acuerdo incluye ese canje de prisioneros: EE.UU. liberará a cinco ciudadanos iraníes actualmente detenidos en el país, y la teocracia iraní hará lo propio con estadounidenses.

Según fuentes citadas por ‘The Washington Post’, se espera que los detenidos sean liberados a más tardar la próxima semana. Entre los prisioneros estadounidenses se encuentra Siamak Namazi, detenido en 2015 y condenado a 10 años por cargos de espionaje no probados; Emad Sharghi, un inversor también condenado a 10 años; y Morad Tahbaz, un activista medioambiental británico-estadounidense de origen iraní, detenido en 2018 y también condenado a 10 años.

El Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, autorizó unas exenciones de sanciones la semana pasada, un mes después de que altos funcionarios de EE.UU. e Irán anunciaran un principio de acuerdo. El Capitolio fue informado sobre esta decisión el lunes, según una notificación formal que ha hizo pública la agencia Ap este lunes.

Los republicanos se han opuesto a un acercamiento a Irán porque argumentan que impulsará la economía de la República Islámica en un momento en que el país representa una amenaza creciente para EE.UU. y sus aliados en Oriente Próximo.

El senador republicano John Thune dijo el martes: «EE.UU. debería ser implacable en sus esfuerzos por traer de vuelta a los estadounidenses detenidos, pero ahora Irán contará con montones de dinero de rescate, lo que pone a sus líderes en una mejor posición para desarrollar un arma nuclear y financiar a terroristas».

La exención de sanciones se aplicará expresamente a bancos e instituciones financieras en Corea del Sur, Alemania, Irlanda, Qatar y Suiza, y tiene como finalidad permitir que estos abultados fondos sean utilizados solamente para transacciones humanitarias, según indicó Blinken.

Según argumenta el Gobierno estadounidense, la transferencia de los 6.000 millones de dólares fue el paso crucial para lograr la liberación de los detenidos estadounidenses, cuatro de los cuales fueron trasladados de cárceles iraníes a arresto domiciliario el mes pasado. El quinto ya se encontraba en arresto domiciliario.

Esos millones proceden de la venta de crudo iraní, fuertemente sancionado por Trump tras la retirada del acuerdo de desnuclearización. Ahora Washington da garantías de que los fondos podrán llegar a Teherán sin que haya represalias por parte de EE.UU., hacia Irán o hacia los intermediarios. Tras las penalizaciones de Trump, varios países europeos han dejado de participar en transferencias de fondos que toquen a Irán por el temor a sanciones de EE.UU. Según datos del Banco Mundial de antes de la pandemia, el Producto Interno Bruto de Irán es de aproximadamente 670.000 millones anuales.

En 2015 Irán y seis potencias mundiales -EE.UU., Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania- firmaron el acuerdo nuclear para limitar el programa nuclear de aquel país a cambio del levantamiento de sanciones económicas internacionales. En 2018, Trump anunció la retirada unilateral argumentando que el acuerdo no solucionaba los problemas de injerencias de Irán, como su programa de misiles y su influencia en conflictos en países como Líbano o Venezuela.