Carlos y Camila agradecen «el cariño y el apoyo» tras la muerte de Isabel II

Los Reyes pasaron el agridulce aniversario -Carlos es Rey desde el momento en que falleció su madre- en la finca de Aberdeenshire. La inmensa propiedad pertenece a los Windsor desde que el príncipe Alberto la adquiriera en 1852 como regalo para su mujer, Isabel I. Su sucesora y última Reina isabelina perdió el aliento, con 96 años, en sus aposentos del famoso castillo, donde se refugiaba cada verano.

Carlos y Camila participaron por la mañana en un «acto de reflexión» en la iglesia Crathie Kirk, donde Isabel II oía misa en sus largas estancias en Escocia. Empleados de la finca aguardaron en hilera la llegada de los invitados, entre ellos, los hijos y nietos de la también fallecida princesa Margarita, tía del Rey. Fiel a la tradición, el Monarca lució un conjunto ‘tartan’ escocés con la falda en estampado rojo.

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En su mensaje a la nación, Carlos agradeció el «cariño y el apoyo» que los británicos han volcado sobre la pareja en este año de transición monárquica. Se han registrado esporádicos conatos de protesta contra el Rey -lluvia de huevos, particularmente- pero los sondeos indican una extendida opinión positiva del cambio de reinado. Hace unos días, un sondeo de YouGov sugería que el 59% de los británicos cree que el Monarca está haciendo un buen trabajo, frente al 17% que opina lo contrario. Además, el 62% es favorable a la continuidad de la Monarquía, mientras que el 26% prefiere el derecho a elegir a los próximos jefes de Estado.

Los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, recordaron a la difunta en San Davids, el simbólico enclave del oeste del principado donde el santo patrón de la nación fundó un monasterio en el siglo VI. En la catedral del mismo nombre, participaron en un servicio religioso, con lecturas y cánticos en ambas lenguas, dedicado a la vida de la longeva monarca y sus siete décadas de servicio público. En las redes sociales dejaron mensajes en agradecimiento de la «extraordinaria vida y legado de la difunta majestad reina Isabel».

Otros familiares aportaron sus homenajes personales hacia la querida nonagenaria. Enrique, duque de Sussex, recordó a su abuela en la ceremonia de los premios WellChild Awards (para niños discapacitados), que tuvo lugar la noche anterior en Londres. El viernes se acercó a la capilla de San Jorge, en Windsor, para orar en privado junto con parientes de segundo orden. «Te echamos mucho de menos, pero recordamos la vida de servicio, cariño y entrega a todos y a tu familia, que te quiso tanto», tuiteó la princesa Eugenia en la red social X. Su madre Sarah Ferguson, que visitó Balmoral en el verano con su exmarido Andrés, el repudiado duque de York, brindó tributo a la «maravillosa amiga, mentora, segunda madre para mí y abuela de mis hijas».

El día de la accesión fue, para Isabel II, un momento de «tranquila reflexión». No lo celebró en público y tendía a refugiarse en la casona de Sandringham, donde falleció su padre y Rey Jorge VI el 6 de febrero de 1952. Su heredero ha emulado su ejemplo evitando grandes actos de celebración pública en el primer aniversario de su ascenso al trono y centrando la ocasión en el legado de la Reina.