ELECCIONES EN BRASIL
La conexión búlgara de Dilma Rousseff
“Yo soy medio búlgara” afirmaba en 2003 Dilma Rousseff, candidata a las presidenciales brasileñas, en una conversación en su despacho en el Palacio Presidencial con el diplomático y poeta búlgaro Rumen Stoyanov.
Unos treinta años antes, Stoyanov, que ejercía como diplomático por primera vez, ... viajó a Belo Horizonte para inaugurar una exposición. “Mi esposo era búlgaro” le comentaba Dilma Coimbra Silva, viuda de Petar Rousseff, padre de Dilma. Cuando quiso recabar más información –cuenta Stoyanov a ABC– la madre le explicó que su hija “tenía problemas con la policía”. El diplomático no quiso indagar más sobre este tema por considerar que, al ser representante de un país entonces comunista, podría acarrearle problemas. Eran los años en que Dilma estaba vinculada a las guerrillas urbanas de su país.
El poeta Stoyanov, destinado en tres ocasiones en la embajada búlgara en Brasil, recuerda que, tanto la madre como la propia Dilma Rousseff, asistían regularmente a cuantas actividades culturales realizaba la embajada, y concluye que “siempre han querido demostrar su vinculación con Bulgaria”.
El árbol genealógico de la persona que lidera los sondeos electorales en Brasil es muy complejo. Su padre, Petar Rousseff, estuvo casado en Bulgaria con Evdokia Yankova, pero en 1929 la abandona en el último mes de gestación y se marcha a Francia. En 1944 viaja a Argentina para establecerse poco después en Brasil, donde contrae matrimonio, en segundas nupcias, con Dilma Coimbra Silva con la que tiene dos hijos: Igor y Dilma. El extraño abandono de hogar y patria lo explica su hijo búlgaro Liuben-Kamen Rousseff, a quien nunca conoció, afirmando que su padre, comerciante de género, se declara en bancarrota y se ve obligado a ocultarse de sus acreedores. “Durante 18 años, Petar Rousseff no establece ningún contacto son sus familiares en Bulgaria” señala el diario 24 Horas, que publicó hace poco el árbol genealógico de la familia en base a información de parientes lejanos en Bulgaria y Canadá.
En una de las poquísima entrevistas que ha concedido a los medios de comunicación búlgaros, Dilma Rousseff ofrece en 2004 otra versión. Según ella, su padrastro se ve forzado a emigrar para escapar de posibles represalias ya que estaba muy vinculado al semiclandestino entonces partido comunista.
El hermanastro búlgaro de la Rousseff se matriculó a los 18 años en Ingeniería Hidráulica en la Politécnica de Sofía y se afilió a la sección juvenil del partido socialdemócrata. Corría el año 1947, en plena época de la “estalinización” de Bulgaria, que concluyó con la prohibición de los partidos políticos; el joven estaba a punto de ser expulsado de la universidad por sus ideas políticas, pero logró acabar la carrera. Reconocido profesional, participó en la construcción de una serie de embalses, pero el régimen le prohíbe viajar al extranjero hasta bien entrados los años setenta.
Durante una de las conversaciones que Liuben-Kamen tuvo con el periodista búlgaro Momchil Indzhov, le comentó que años después del fallecimiento de su padre en 1962, lo citaron en el Ministerio de Asuntos Exteriores para informarle haber recibido una notificación de Brasil en la que se le pedía que renunciara a su parte de la herencia –nunca supo a cuánto ascendía– a cambio de 1.500 dólares. Tras una breve reflexión, aceptó, ya que en aquellos años la suma era significativa, más aún en divisa convertible. “Mejor pájaro en mano que ciento volando” debió haber pensado Liuben-Kamen Rousseff.
Stoyanov, que conocía bien al hermanastro de Dilma Rousseff, afirma que tanto el padre, Petar Rousseff, como su media hermana, eran generosos con su familiar, y a través de personas que viajaban a Sofía le enviaban dinero y diversos regalos.
Liuben-Kamen Rousseff falleció en 2008, sin dejar descendencia. Pero la “conexión” búlgara de Dilma Rousseff conduce a parentescos con destacados intelectuales y figuras de la vida pública en Bulgaria. Su abuela, Tzana Kornazheva-Rousseff, es el eslabón que vincula a la posible futura presidenta de Brasil con el exministro del Interior, Docho Jristov, ejecutado en 1945 por el régimen comunista; con su tío, el exdiputado social-demócrata Petar Kornazhev; con la jurista Ralitza Neguentzova, durante muchos años portavoz de la Junta Electoral Central, y con el célebre escritor de cuentos infantiles Ran Bosilek, entre otros. Neguentzova, prima segunda de Dilma Rousseff, en muy recientes declaraciones a 24 Horas manifiesta que “para ser sincera, debo decir que me enteré de mi parentesco con Dilma Rousseff por la prensa”.
En Bulgaria existe una gran expectación por el resultado de las elecciones en Brasil ya que, sabedores los búlgaros de pertenecer a un país pequeño, la vinculación con un país grande y bien conocido, y más aun con lazos de parentesco, siempre es altamente valorada.
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