El sospechoso sigue fugado, pese a la publicación de imágenes y una recompensa de 100.000 dólares

Las investigadores divulgaron este jueves las primeras imágenes del sospechoso de perpetrar el asesinato de Kirk, el referente conservador y gran agitador del 'trumpismo' entre los jóvenes de EE.UU. Primero fueron capturas de vídeo reveladas por la oficina del FBI en Salt Lake City, la principal ciudad de Utah. En ellas se ve a un hombre joven, blanco, delgado, tocado con una gorra y gafas oscuras y con una camiseta con elementos patrióticos, como la bandera de EE.UU..

Después, a última hora del jueves, revelaron un vídeo del comienzo de la fuga del sospechoso: se le ve subido a la azotea desde la que presuntamente disparó a Kirk y corriendo hasta uno borde.

Después, se agarra al borde, tira una mochila al suelo -donde es posible que llevara el arma con la que disparó- y después salta varios metros. Cae y sale corriendo del lugar, mientras en el lugar donde Kirk recibió el disparo calaba el caos en medio de la estampida de los miles de universitarios que fueron a escucharle en una conferencia.

Las autoridades detallaron que el arma que se cree que utilizó el atacante es un rifle de caza Mauser, de modelo antiguo, que se encontró en una zona arbolada por la que huyó el atacante. El arma estaba envuelta en una toalla. En una rueda de prensa por la mañana, los investigadores aseguraron que el sospechoso tenía aspecto de estudiante universitario y «se mezcló perfectamente» entre la multitud.

Las imágenes de vídeo de testigos capturaron el momento, el caos de la estampida de los estudiantes que estaban allí y también la imagen del atacante subido a una azotea, desde la que disparó. Las autoridades también explicaron que registraron huellas de la palma de la mano, el antebrazo y el zapato del atacante, probablemente en ese momento en el que saltó desde la azotea. Algunos medios revelaron que en el rifle localizado por la policía quedaban tres cartuchos en el cargador y que en ellos había grabados mensajes con ideología antifascista y a favor de los transexuales.

Tras saltar, escapó hacia un barrio cercano a la universidad y por la mañana del viernes llevaba ya más de día y medio huido. Las autoridades dieron otra rueda de prensa por la noche, en la que se esperaba que pudiera haber novedades importantes sobre la búsqueda del sospechoso. Sobre todo después de que por la tarde el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijera que se habían logrado «grandes progresos» para su detención.

Pero no fue así, ni se anunció su detención ni se dio más información sobre su identidad. El gobernador de Utah, Spencer Cox, rogó al público colaboración para encontrar al asesino. En la comparecencia estuvieron los dos máximos líderes del FBI: su director, Kash Patel; y su segundo, Dan Bongino. No contestaron a preguntas, en medio de dudas sobre la actuación del FBI en el caso.

El mismo día del asesinato, el miércoles, el propio Patel aseguró que se había detenido al sospechoso del asesinato. Poco después, esa persona fue liberada por las autoridades tras comprobarse que no tenía nada que ver con el ataque. Ocurrió lo mismo horas después, con un segundo sospechoso, cuya detención y posterior liberación también fue anunciada por las autoridades.

Varios de los asistentes aseguraron que las medidas de seguridad para el acto en el que participó Kirk eran muy leves. Había cerca de tres mil estudiantes en la conferencia, la primera de Kirk en una gira por universidades que arrancaba ese mismo día, pero solo seis agentes de policía. Fue un acto al aire libre, en un anfiteatro abierto en el campus.

El vicepresidente de EE.UU., JD Vance, amigo personal de Kirk, viajó este jueves hasta Salt Lake City para consolar a la familia del fallecido, su esposa, Erika, y sus dos hijos. Después, Vance los trasladó en su avión oficial, el Air Force Two, junto al féretro de Kirk, hasta Phoenix, la principal ciudad de Arizona, donde la víctima tenía su residencia.