La ayuda a Ucrania fractura al Partido Republicano en Estados Unidos

Aunque el lograr aprobar todos esos paquetes de gasto en pleno año electoral es una hazaña en sí misma, a Johnson no le beneficia que este miércoles 24 de abril el presidente Joe Biden le diera las gracias por ello. Los más populistas y trumpistas en su propio grupo parlamentario, comandados por la diputada Marjorie Taylor Greene, ya amenazan con someterle a una moción de confianza para desbancarle, algo que sólo agrandaría la confusión que impera en el Partido Republicano desde que lograra unos resultados peores de lo esperado en las elecciones parciales de 2022. Tras aquella votación, fracasaron en su intento de recuperar el Senado y se quedaron con una exigua mayoría en la Cámara de Representantes.

Johnson era en realidad el candidato de consenso por el que los republicanos en esa misma Cámara se decantaron el 25 de octubre de 2023, tras haber depuesto a su predecesor, Kevin McCarthy, que se atrevió a tender la mano a los demócratas para aprobar un paquete de financiación del gobierno. La revuelta contra McCarthy, quien apenas duró nueve meses en el cargo, comenzó con un descontento similar al que ahora va creciendo en la Cámara con Johnson.

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Este último, cuando era diputado raso, rehuyó a cada paso cualquier gesto de consenso con los demócratas. Incluso se unió a las denuncias de buena parte de su bancada de supuesto fraude electoral en las elecciones de 2020. De hecho, en su grupo se le conocía como «MAGA Mike», añadiendo a su nombre de pila las siglas de «Make America Great Again», el lema popularizado por Donald Trump que significa «Haganos América grande nuevamente».

Taylor Greene, la diputada que se ha propuesto desbancar a Johnson, apareció el domingo en uno de los programas de Fox News para declarar que su cargo como presidente de la Cámara está acabado. «Nos ha traicionado», proclamó esta aliada de Trump. Este expresidente, por su parte, no ha hecho grandes pronunciamientos al respecto, ha alabado la tenacidad de Johnson y ha preferido eludir otra crisis como la de octubre, cuando la Cámara quedó con un presidente interino y los republicanos se hundieron en un bochorno del que solo salieron al unirse tras Johnson. La atención de Trump está más bien puesta en estos momentos en su juicio en Nueva York y en la larga campaña electoral, tras haberse impuesto en las primarias.

Eso no quiere decir que Johnson esté libre de problemas. El resquemor queda. El diputado Thomas Massie también ha advertido de que no se puede dejar pasar ese momento de consenso. En la red social X Massie compartió un vídeo de los demócratas celebrando la aprobación de las ayudas de 60 millo Gens de dólares a Ucrania agitando banderitas azules y amarillas de ese país, y dijo: «Esta es la Cámara de Representantes bajo la dirección del presidente Mike Johnson. Los demócratas están celebrando una capitulación total con ningún refuerzo de la seguridad en la frontera».

Es cierto que al final quedó fuera de este paquete una partida que estuvo sobre la mesa para reforzar la vigilancia de los pasos con México, para prevenir la llegada de personas indocumentadas. Pero es porque el Senado había llegado en solitario a un acuerdo que la incluía, pero los republicanos en la Cámara se opusieron porque consideraban que no podían permitirle a Biden y los demócratas apuntarse ese tanto a apenas unos meses de las elecciones que tendrán lugar en noviembre.

De esos comicios depende en realidad la suerte de Johnson. Si los republicanos avanzan, y ganan peso en el Capitolio y Trump vuelve a la Casa Blanca, Johnson podría permitirse estar en el cargo más tiempo que su predecesor. De lo contrario, puede ser barrido por una nueva ola de descontento republicano.