Acusan a un turista británico de alquilar Disneyland París por 130.000 euros para celebrar una boda ficticia con una menor de 9 años

Según la fiscalía de Meaux, el hombre, cuyo nombre no ha sido revelado, alquiló el parque temático antes de su apertura al público el sábado pasado para llevar a cabo el montaje, mediante un contrato valorado en 130.000 euros. Además de los cargos penales, ha sido designado como «testigo asistido», una figura legal previa a la imputación formal, en una investigación por presunta corrupción de menores.

El incidente ha generado gran alarma inicial cuando empleados del parque alertaron a la policía ante la sospecha de un posible matrimonio infantil ilegal, ya que la supuesta «novia» era una niña ucraniana de nueve años. Aunque luego se comprobó que se trataba de una puesta en escena, las autoridades abrieron de inmediato una investigación.

El fiscal Jean-Baptiste Bladier ha indicado que el británico actuó como el «novio» tras haber sido maquillado profesionalmente para alterar por completo su apariencia. Las autoridades judiciales francesas fueron informadas por Reino Unido de que el sujeto cuenta con antecedentes por delitos sexuales contra menores y que actualmente es buscado por incumplir sus obligaciones como delincuente sexual registrado.

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También fue designada como testigo asistido una mujer letona de 24 años, que interpretó a la hermana de la falsa novia. La fiscalía explicó que la supuesta boda era, en realidad, «una ceremonia ficticia destinada a ser grabada de forma privada».

El británico es sospechoso de haber reclutado, con ayuda de la ciudadana letona, a otros compatriotas para asegurar el desarrollo del evento, así como a unos 100 extras franceses, quienes fueron falsamente presentados ante Disneyland París como invitados a una boda.

La menor ucraniana, que llegó a Francia dos días antes del evento, no sufrió violencia física ni sexual, y no fue forzada a participar, aclararon los fiscales el fin de semana.

Según la investigación, el parque fue engañado mediante el uso de documentos falsos y la suplantación de identidad de un ciudadano letón para firmar el contrato de alquiler. El evento estaba previsto entre las 5:00 y las 7:00 de la mañana, antes de la apertura al público.

Disneyland París ha declarado en un comunicado que el evento fue «cancelado de inmediato» tras detectar «importantes irregularidades» por parte de sus equipos.