Violentas protestas empañan el 22 aniversario de la devolución de Hong Kong a China

Como todos los años, una gran manifestación recorre las calles del centro de la isla para conmemorar la efeméride y reclamar el sufragio universal que China prometió en su día bajo la fórmula de « un país, dos sistemas », vigente hasta 2047. Pero lo que solía ser una marcha festiva se ha visto ensombrecida en esta ocasión por las protestas contra la polémica ley de extradición, que tiene revolucionada a la ciudad desde hace un mes.

Desde primeras horas de la mañana, cientos de jóvenes, auténticos protagonistas de las movilizaciones, han cortado avenidas e intentado asaltar el Centro de Exposiciones y Congresos, donde las autoridades han celebrado una ceremonia conmemorativa. En medio de fuertes choques con la Policía, que había acordonado el edificio y ha lanzado espray de pimienta para dispersar a los manifestantes, la cuestionada jefa ejecutiva del Gobierno local, Carrie Lam, ha prometido de nuevo mejorar su gestión y escuchar más a la ciudadanía.

Pero sus mensajes y llamamientos a la calma solo encuentran los oídos sordos de los manifestantes, que le exigen que cancele el proyecto de ley de extradición. Aunque Carrie Lam asegura que la iniciativa está enterrada «de facto» y no se tramitará ante el Parlamento por la fuerte oposición social, la oposición pro-democrática no se fía y pide su retirada definitiva.

Siguiendo la estrategia de días anteriores, los jóvenes han vuelto a cercar otro edificio público, el Parlamento local, que intentan asaltar estrellando vallas a modo de arietes contra sus ventanas . Con la tensión creciendo por momentos, en su interior permanecen los agentes de Policía y antidisturbios.

Con el fin de evitar una escalada aún mayor, los organizadores de la manifestación por el aniversario han seguido las indicaciones de las autoridades y modificado el trayecto para no pasar por esa zona , Admiralty. Con una asistencia masiva por el revuelto clima político que vive la antigua colonia británica, la marcha acabará en el Distrito Central en otra jornada movida en Hong Kong.

Mientras, por un lado, discurría la manifestación de forma pacífica, formada sobre todo por gente mayor y familias , por el otro estallaba la violencia. Cercando el Parlamento y el Gobierno local, miles de jóvenes han roto con vallas de hierro ventanas y puertas de cristal para acceder al interior.

«Claro que tengo miedo, pero nos hemos visto forzados a hacer esto porque llevamos un mes esperando la respuesta del Gobierno para que anule la ley de extradición », justificaba a ABC un estudiante de Empresariales de 20 años, Isaac, que se tapaba la cara con una máscara e iba protegido con gafas y un casco amarillo.

Después de un mes de protestas por lo general pacificas, este estallido del vandalismo dañará al movimiento pro-democrático, dividido y sin líderes visibles que controlen a la masa. Según informa el periódico «South China Morning Post», Policía ha decretado la alerta roja para que todos los manifestantes abandonen el área del Parlamento. La actuación de los antidisturbios podría ser inminente.