Valls abre una nueva brecha cainita en el socialismo francés

Macron terminó comprendiendo que ser ministro de Hollande era un lastre fatal. Y dimitió el verano de 2016, para lanzar su propio micro partido, En Marcha, y presentar su candidatura a la presidencia. Siete meses más tarde, Macron es el favorito de los sondeos como posible presidente de Francia.

Fiel hasta el suicidio político personal, Valls, prefirió esperar a la renuncia de Hollande a su propia reelección, el 1 de diciembre pasado, para presentar su candidatura a las elecciones primarias del PS. Pero Valls siempre pasó mal o muy mal entre los militantes y simpatizantes socialistas, que siempre lo han considerado muy a la derecha, prefiriendo elegir a Benoît Hamon como candidato socialista a la jefatura del Estado.

Humillado en las primarias socialistas, Valls ha estado mudo durante dos meses. Y, apenas «abre la boca», abre un nuevo cisma socialista.

Casi todos los amigos políticos de Valls han abandonado el «barco» socialista, para sumarse a la campaña de Macron. Valls prometió apoyar al candidato oficial del PS. Pero apoyar a Hamon es demasiado. El programa del candidato socialista es una ruptura palmaria con el socialismo gubernamental de Hollande , Valls y Macron.

Le Parisien afirma en primera página que Valls «está dispuesto» a «votar» a favor de Macron. Una hora más tarde, Valls ha desmentido tal decisión. Pero carga con mucha retranca contra Hamon en Paris Match.

Más allá de las peripecias íntimas de los personajes del drama en curso, Valls, Macron y Hamon, se trata de un nuevo episodio del proceso histórico de descomposición ideológica, política, social y cultural del socialismo francés, cuyo candidato corre el riesgo de ser eliminado en la primera vuelta de las próximas presidenciales , el 23 de abril próximo, por vez primera en la historia de la V República.