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Túnez, el próximo objetivo del califato sangriento de Daesh

La última incursión de más de 50 yihadistas en la ciudad de Ben Guerdane hace temer las intenciones del grupo terrorista para establecer una nueva provincia en el país norteafricano

El hotel de Susa atacado por Estado Islámico el pasado junio, al día siguiente del atentado

ALICIA ALAMILLOS

Un Irak dividido sectaria y políticamente, así como el caos tras las intervenciones internacionales, conformaron la tormenta perfecta para el nacimiento del entonces conocido como «Estado Islámico del Levante». Este grupo terrorista pronto supo extenderse a una Siria inmersa en una guerra civil. Como un ... vertido de petróleo, los yihadistas de Daesh (pronto se quitaron lo de «Irak y Siria», que marcaba unos límites geográficos en su propaganda) se extendieron en estos dos países hasta controlar grandes áreas que incluían ciudades como Mosul o Raqqa . A diferencia de la estrategia previa de Al Qaida, la expansión física es parte de la estrategia de Daesh, como reza su lema «baqiya wa ttamaddad»: «permanecer y expandirse». Ante su fuerza arrolladora y la popularidad mundial entre elementos ya radicales, grupos yihadistas fueron jurando lealtad a la cabeza sirio-iraquí, fundando «provincias» más o menos establecidas. Desde Wilayat Sina en Egipto a Boko Haram en Nigeria, pasando por afiliados indonesios como Jamaah Ansar Khilalaf Daulah Nusantara o la filial Libia de Daesh.

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