Una ola de tornados dejan al menos 70 muertos en Estados Unidos

Los tornados arrasaron viviendas; residencias de ancianos, fábricas y empresas con trabajadores dentro de ellas. La peor parte se la llevó el pueblo de Mayfield, en Kentucky, de 10.000 habitantes, donde el techo de una fábrica de velas se desplomó sobre los empleados, matando a decenas de ellos . La agencia AP citaba ayer al gobernador Beshear tras su comparecencia de prensa: «Había dentro unas 110 personas en el momento en que el tornado la golpeó. Creemos que perderemos al menos a docenas de ellos. Es duro, es realmente duro, y rezamos por todas y cada una de esas familias».

Beshear no dijo cuántos fueron los tornados que golpearon su estado, pero sí explicó que uno de ellos recorrió una distancia que calificó de «insólita», del vecino estado de Arkansas a Kentucky, cientos de kilómetros. Sí dio más detalles la Agencia Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU., que en la mañana de este sábado dijo que estimaba que en total se habían formado 32 tornados en la noche del viernes al sábado en los estados de Arkansas, Tennessee, e Illinois. Según esa misma agencia, un tornado se forma cuando coinciden, en un área muy delimitada, capas de aire con diferentes temperaturas e índices de humedad, y estas alcanzan una fuerza de viento con velocidades que suelen llegar a los 180 kilómetros por hora.

La Guardia Nacional, cuerpo de reservistas que se suele activar en desastres naturales, fue movilizada ayer por los gobernadores de varios estados afectados. Además, utilizaron a reclusos para que participaran en labores de rescate, como sucedió en el condado de Graves, en Arkansas, según Associated Press. Dijo ayer por la mañana la web PowerOutage.us, que se encarga de seguir cortes de luz en EE.UU., que al menos 250.000 hogares de Tennessee, Kentucky, Indiana y Arkansas amanecieron sin suministro eléctrico.

Un almacén de la empresa Amazon quedó hecho escombros en la localidad de Edwardsville, de 25.000 habitantes, en Illinois. Ayer trataban de rescatar a todos los empleados supervivientes los equipos de emergencias. Por la mañana evacuaron a unos 30 trabajadores y habían contado dos fallecidos, aunque sospechaban que serían más. «Estamos ante un desastre» , dijo, según informaba la cadena CNN, el jefe de policía Mike Fillback en una conferencia de prensa el sábado por la mañana. «Los escombros de cemento y el viento que hace fuera nos impiden avanzar con el rescate con la rapidez que quisiéramos», añadió.

Hubo muertos y heridos en derrumbes en una zona inmensa de EE.UU. Una persona falleció y dos fueron heridas en las ciudades de Defiance y New Melle, en Missouri, ambas con pocos cientos de habitantes y cerca de una oficina del Servicio Meteorológico Nacional que seguía el avance del temporal. El diario The Chicago Tribune informaba ayer de que los empleados de esa oficina tuvieron que tomar refugio cuando uno de los tornados pasó cerca de ellos. Las autoridades confirmaron tres muertes en el estado de Tennessee , según dijo a Associated Press Dean Flener, portavoz de la Agencia de Emergencias de ese estado. Dos de las muertes ocurrieron en el condado de Lake y la tercera en el condado de Obion, ambos en el noroeste del estado.

Además hubo daños en varias residencias de ancianos. Una persona murió, cinco fueron heridas graves y 20 quedaron atrapadas dentro de un asilo en Monette Manor, una pequeña localidad en Arkansas, cerca de la frontera de Tennessee, según dijo el juez del condado de Craighead, Marvin Day, a Associated Press. En esa residencia hay, según esas mismas fuentes, 86 camas. Otro asilo a apenas 32 kilómetros, en la localidad de Truman, en Arkansas y de 7.000 habitantes, fue también afectado aunque por la tarde de ayer no había cifras definitivas sobre muertos o heridos. Todos los residentes habían sido evacuados por el riesgo de derrumbe.

Los medios de televisión local entrevistaron ayer a supervivientes de varias de las empresas y fábricas derrumbadas. El programa Today, de la cadena NBC, habló con Kyana Parsons-Perez, una empleada de la fábrica de velas de Kentucky, quien contó que quedó atrapada bajo un metro y medio de escombros hasta que la rescataron. «No pensé que fuera a contarlo» , dijo a ese programa de televisión. Relató que minutos antes de que llegara el tornado, las luces del edificio parpadearon, y tras un ruido ensordecedor, el techo se desplomó. «A mis compañeros hispanos les escuché rezar en español», narró la superviviente.

El presidente Joe Biden compareció por la tarde ante los medios desde Delaware, donde pasaba el fin de semana, para lamentar las pérdidas en «una de las oleadas de tornados más grandes de la historia». «Es una tragedia. Y todavía no sabemos cuántas vidas se perdieron ni la magnitud real del daño. Quiero enfatizar lo que les dije a todos los gobernadores, el gobierno federal hará todo, todo lo que pueda», añadió. Andres, Biden declaró el estado de emergencia federal en Kentucky y ordenó la movilización de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias. La Casa Blanca dijo que se estuvo coordinando con los gobernadores de los estados afectados, y que aun no disponía de un número concreto de fallecidos.