«Thatcher votaría ‘sí’ a Europa», dice su secretario, Lord Powell

La semana pasada Cameron dio un paso muy relevante con su borrador de acuerdo con la UE , que defendió sin mayores apuros en el Parlamento, pese a que en su propia bancada se acantona un vehemente grupo de casi medio centenar de euroescépticos. Pero aún así la polvareda del referéndum, que previsiblemente se celebrará el 23 de junio , sigue animando el espectáculo político. El diario conservador «The Sunday Times», propiedad de Rupert Murdoch, quien aboga por dejar la UE, reveló ayer que el influyente Ian Duncan Smith, ministro de Trabajo y exlíder tory, se dedica a comentar en sus círculos de amistades que el pacto que ha alcanzado Cameron con Bruselas es «un montón de basura».

Las llamativas críticas de Smith se fundamentan en que no se ha logrado un cambio en los tratados de la Unión Europea, por lo que las reformas hechas al gusto inglés serían revisables en cualquier momento. Por ejemplo, el primer ministro ha vendido como su mayor éxito haber logrado el llamado «freno de emergencia», que permitirá limitar las ayudas a los inmigrantes comunitarios que lleguen al Reino Unido. Pero Smith le reprocha que al no haber cambiado los tratados en el futuro cualquiera podrá doblarle la mano en los tribunales y levantar ese freno.

Controlar el gasto que generan los inmigrantes de la UE al Estado del Bienestar se ha convertido en el asunto estrella de la precampaña, el que suscita más emociones y mayor visceralidad, aunque en realidad se magnifican las dimensiones del problema, pues solo afecta a unos 84.000 preceptores de subvenciones.

Pero no todo son disgustos para Cameron en su cocina. Casi tres años después de su muerte, Margaret Thatcher continúa siendo el faro moral de muchos tories. Por eso ha supuesto un espaldarazo para el primer ministro que en el mismo periódico que le da el zurriagazo con la filtración de Smith, el hombre de mayor confianza de la Dama de Hierro , Lord Powell de Bayswater, haya publicado un artículo en el que proclama que su jefa habría votado «sí» a seguir en Europa.

Charles Powell, un valioso diplomático de 74 años, fue el secretario privado de Thatcher en todos sus años como inquilina de Downing Street. De él comentaba la premier : «¿Dónde voy a encontrar ministros la mitad de buenos que Powell?». Jugando a la política ficción, el asesor sostiene que Thatcher habría dejado de lado su «euroescepcismo emocional» y habría negociado de un modo parecido al que lo ha hecho Cameron, «tal vez con más poderío, pero al final habría llegado a algo parecido». Powell sostiene que aunque muchísimas veces Bruselas la sacaba de sus casillas, la primera ministra jamás se planteó el Brexit. También recuerda que detestaba los referéndums, que consideraba un mecanismo totalitario, porque los parlamentarios merecen la confianza de quienes los han elegido para representarlos.

Una baza muy importante para Cameron a la hora de evitar que se le desmande su ala euroescéptica es que la ministra del Interior, la respetada Theresa May, a la que muchos partidarios del Brexit veían como su posible punta de lanza, ha apoyado el acuerdo . Boris Johnson, el alcalde de Londres, que está ya de salida y aspira a suceder a Cameron, ha coqueteado con los antieuropeos con pellizcos de monja a su premier, al que ha reprochado que no haya salvaguardado lo suficiente la soberanía del Parlamento de Westminster . Pero se espera que esta semana el primer ministro le responda con una propuesta para atender a esa reclamación, lo que permitiría a Boris sumarse al bando del «sí». Incluso se especula con que al final el carismático ciclista rubio podría ser la cara del Gobierno en la campaña. Cameron también ha frenado para que no se suba al tren del Brexit a su ministro de Defensa, Michael Gove, euroescéptico de corazón, en este caso apelando a su amistad personal.

En las encuestas el voto contrario a Europa ha subido respecto a hace unos meses y se dibuja un empat e , aunque la credibilidad de los sondeos británicos está por los suelos tras su espectacular fracaso en las elecciones generales de mayo. YouGov, uno de los institutos más populares, efectuó un estudio tras la presentación del acuerdo con Bruselas y estima que ha sido contraproducente para Cameron, con un 45% de partidarios de irse y solo un 36% de quedarse , pero era un encargo de «The Times».