Tensión en el Tíbet por la inmolación de monjes a lo bonzo
Desde marzo de 2011, 69 tibetanos se han quemado para reclamar la independencia de la región, siete de ellos esta semana
Pablo M. Díez
Vuelve la tensión al Tíbet con motivo del Congreso del Partido Comunista chino . Durante los últimos días, siete personas se han quemado a lo bonzo para protestar contra lo que consideran la ocupación china del Tíbet y pedir el regreso del Dalai ... Lama , exiliado en la India desde 1959.
Según el Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia, dichas inmolaciones fueron seguidas esta semana por una manifestación que congregó a unos 5.000 escolares en el distrito de Rebkong (Tongren, en mandarín). En dicho lugar, desgajado de la provincia tibetana de Amdo y anexionado a la región china de Qinghai , se han suicidado tres personas rociándose con gasolina y prendiéndose luego fuego.
El jueves, coincidiendo con la apertura del Congreso del Partido, allí se quitó la vida un nómada de 18 años que había sido monje en el monasterio de Rongwo. Ese mismo día, en la vecina provincia de Sichuan, otros tres monjes adolescentes se inmolaron frente a la Oficina de Seguridad Pública del distrito de Ngaba (Aba, en mandarín), y otro caso fue confirmado en el Tíbet.
Desde marzo de 2011, 69 tibetanos de han quemado a lo bonzo para reclamar la independencia de esta r egión del Himalaya . A tenor de los grupos pro-tibetanos, 56 de ellos han muerto. Ocho de dichas inmolaciones han tenido lugar en el Tíbet, mientras que el resto se han repartido en zonas tibetanas de las provincias vecinas, como Gansu, Qinghai y Sichuan.
Cerrado a cal y canto
Como el autoritario régimen de Pekín mantiene el Tíbet cerrado y ha aumentado la vigilancia en las zonas limítrofes, la máxima responsable de derechos humanos de la ONU, Navi Pillay, pidió la semana pasada la entrada de una comisión internacional para estudiar la situación.
En una reunión colateral al Congreso del Partido Comunista, el presidente del Parlamento orgánico tibetano, Qiangba Puncog, rechazó de plano la idea. «Aquellos que piensan que hay problemas de derechos humanos persiguen con arrogancia llevar a cabo sus investigaciones y utilizan la situación para entrar en el Tíbet, lo que me temo que es muy inapropiado», descartó Qiangba Puncog, quien limitó las inmolaciones a «seis o siete de los 10.000 monasterios que hay».
La tensión ha venido creciendo en el Tíbet desde el último estallido de violencia en 2008, cuando unos gravísimos disturbios incendiaron Lhasa y otras áreas tibetanas meses antes de los Juegos Olímpicos de Pekín . Según las autoridades chinas, murieron una veintena de personas, entre los que había 18 civiles de la mayoritaria etnia «han» que fueron linchados y quemados vivos. Pero, a juicio del Gobierno tibetano en el exilio, los disturbios y la represión posterior se cobraron 203 vidas.
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