«Si Putin quiere anexionar Ucrania, la tendrá que convertir en un enorme campo de concentración»

«El fondo de la agresión está más o menos claro, Rusia ha sido incapaz de superar el hundimiento de la URSS y que dejó de ser un imperio, y ha reaccionado. Está bastante claro que todo esto tiene que ver con el círculo de Putin y con el propio Putin», explica el historiador José María Faraldo , autor de 'El nacionalismo ruso moderno' (Báltica Editorial, 2020) y profesor de la Universidad Complutense de Madrid. «Según una encuesta celebrada en Rusia por un centro de investigación reconocido, al menos el 40 por ciento de los rusos están en contra de Putin, y esos son los que se atreven a contestar al sondeo. En Rusia, no se está viendo por ningún lado un apoyo visible a la ofensiva».

Para Faraldo, «las razones de que Putin haya lanzado ahora el ataque se deben a que ha perdido mucha popularidad, porque la pandemia ha afectado a su imagen por no haberla sabido manejar de manera más eficiente», señala. Sobre las argumentación histórica que el líder del Kremlin ha elaborado para la agresión -y que expuso a través de una carta publicada en julio y del discurso de casi una hora que pronunció para anunciar el reconocimiento de la independencia de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk -, el historiador considera «que Putin lleva años preparando esa argumentación histórica, retratando a Occidente como traidores e incluso procurando recuperar la figura de Stalin . Por ejemplo, en agosto se publicó una ley que prohíbe comprar a Stalin con Hitler». Además, «en la carta, Putin expresaba claramente que Ucrania no existe y ofrecía una serie de razones históricas absolutamente falaces y mentirosas». También sostenía «que Ucrania solo es una parte de Rusia, que los rusos y los ucranianos son el mismo pueblo, y que en Ucrania hay un Gobierno ilegítimo y además fascista, algo que no es cierto».

Con toda probabilidad animado por su buena relación con China, Putin ha llevado adelante un ataque que puede costar la vida de miles de personas y dar inicio al peor conflicto bélico sufrido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. « Durante la época de la perestroika, el nacionalismo ruso era más aislacionista , porque quería librarse de las otras repúblicas de la URSS, a las que consideraba parásitas, sobre todo a las de Asia Central», explica Faraldo. «El nacionalismo de Putin es imperialista y ha sido obra de él mismo durante los últimos quince o diez años».

«Estoy recibiendo imágenes de Ucrania y muestran a lugares bastante alejados del este en los que ya ondea la bandera rusa. Si Putin quiere anexionar Ucrania, tendrá que convertirla en un enorme campo de concentración », concluye Faraldo.