Sarkozy mantiene los guiños a los votantes de Le Pen pero rechaza pactar con su partido

La lógica quiere que o bien candidato de la conservadora UMP, o bien el socialista Hollande, consiga una mayoría parlamentaria. Pero no puede descartarse a día de hoy que el próximo presidente electo t enga que cohabitar a finales de junio con una mayoría política de distinta signo político. Le Pen espera conseguir un grupo parlamentario para la extrema derecha, gracias al voto joven y obrero de sus nuevos electores, el mes de junio. Más aún tras los resultados cosechados en la primera vuelta de las elecciones, el pasado domingo, con casi el 18% de los votos.

Ese posible grupo parlamentario de extrema derecha en la próxima Asamblea Nacional tendría muchos efectos perversos. Sarkozy se ha apresurado hoy a anunciar que no habrá acuerdos electorales entre su partido y el Frente Nacional. Ese rechazo de todo acuerdo transforma la «tercera vuelta» electoral en un duelo a primera sangre política entre la extrema derecha y la derecha moderada, beneficiando electoralmente a la izquierda socialista. Sea cual sea el resultado, la batalla entre conservadores y ultraconservadores favorece a un posible presidente socialista .

Tenga o no tenga grupo parlamentario, el Frente Nacional de Le Pen espera crecer en los feudos electorales de la derecha moderada. Históricamente, ese enfrentamiento siempre ha beneficiado a los socialistas en todas las elecciones cantonales, regionales y municipales celebradas desde la elección de Sarkozy, en 2007.