La protesta racial arrecia en Europa

La facción londinense de Black Lives Matter canceló una manifestación oficial que había sido convocada para el sábado después de que la Alianza democrática del fútbol, el grupo de ultraderecha Britain First, y el polémico supremacista blanco conocido como Tommy Robinson, convocaran un acto de «unidad patriótica» junto a la estatua de Winston Churchill en la plaza del Parlamento y llamaran a sus simpatizantes a desplazarse a Londres desde otros puntos del Reino Unido para «proteger sus monumentos históricos». Muchos de estos fueron tapados con tablones y láminas protectoras el jueves por el temor de las autoridades a que fueran blanco de ataques, incluyendo los levantados en honor de Nelson Mandela y Mahatma Gandhi.

«Queremos que las protestas sean un espacio seguro para que la gente asista, sin embargo, no creemos que sea posible si personas como estas están presentes», dijo la facción de Black Lives Matter en su cuenta de Instagram. Sin embargo, muchas personas salieron igualmente a la calle. El fin de semana pasado, la estatua de Churchill fue uno de los monumentos vandalizados por algunos activistas contra el racismo, así como el Cenotafio (monumento a los caídos) y la figura de bronce del comerciante de esclavos Edward Colston, que fue arrancada de su pedestal y lanzada al agua en Bristol. La respuesta por parte de un grupo de extremistas, en la misma ciudad, fue dañar con «una sustancia corrosiva», según dijo la policía, la efigie del dramaturgo y poeta negro Alfred Fagon .

La policía metropolitana de Londres impuso la orden de que las manifestaciones acabaran como máximo a las cinco de la tarde, pero media hora después algunos seguían congregados junto a la estatua de Churchill, por lo que fue necesaria la intervención de los antidisturbios. Irónicamente, los supremacistas, algunos de los cuales iban armados, corearon consignas racistas mientras hacían el saludo nazi, pese a que Winston Churchill , cuya estatua decían proteger, lideró a Gran Bretaña durante la guerra contra el nazismo. Horas antes, cientos de hombres blancos atacaron de forma violenta a la policía montada, lanzándole obj etos como botellas, latas y bengalas a los agentes y a los caballos. Finalmente, fueron confinados en la plaza del Parlamento, y la policía cerró todo el perímetro.

La ministra del Interior, Priti Patel, aseguró que los hechos fueron de un «matonismo inaceptable», que «la violencia hacia nuestros policías no será tolerada» y advirtió que «los perpetradores sentirán todo el peso de la ley». La Federación de Policías publicó un tuit donde calificaron los hechos de «inaceptables», y declararon que los agentes «no van a trabajar para enfrentar este nivel de violencia y abuso». También en Bristol y en Brighton las manifestaciones fueron tensas, con gritos de consignas entre bandos y amagos de violencia, mientras que en otras ciudades se reportaron protestas multitudinarias aunque más pacíficas, como en Newcastle, Cardiff y Liverpool.

Las marchas contra el racismo y la brutalidad policial comenzaron tras el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd en Mineápolis.

En París , la manifestación ayer de unas 15.000 personas contra el racismo y las violencias policiales se convirtió en una batalla campal antes de comenzar, para prolongarse durante cinco horas cortas con violencias antagónicas: racismos anti racistas de extrema izquierda y extrema derecha; «antifas» violentos contra fuerzas anti disturbios; organizadores «prohibiendo» a las organizaciones anti racistas tradicionales.

La manifestación había sido convocada por el Comité Adama Traoré a las 14.30, en la Plaza de la República, en el corazón histórico de París desde donde los manifestantes pensaban dirigirse a la Plaza de la Ópera, recorriendo los Grandes Bulevares…

El Comité había comenzado por rechazar la participación oficial de SOS Racismo, la más antigua y respetada de las organizaciones anti racistas francesas, cuyas protestas y participación en la campaña Black Lives Matter (Las vidas de los negros cuentan), son consideradas como «moderadas».

El Comité Adama Traoré tampoco consideró necesario pedir permiso a las autoridades competentes. Poco antes de las 14.30, las unidades antidisturbios acordonaron la Plaza de la República, donde terminaría reuniéndose unos 15.000 manifestantes , según fuentes policiales.

La Prefectura de París hizo saber que las fuerzas del orden podían aceptar una «manifestación estática», en la plaza. Pero, cumpliendo con las consignas sanitarias en vigor, no podría tolerarse una manifestación callejera.

El Comité Adama Traoré hizo caso omiso de la advertencia policial y decidió continuar con el proyecto de manifestación.

Los anti disturbios dejaron que los manifestantes iniciaran la marcha, hasta la calle Turbigo, donde las fuerzas del orden decidieron dispersar el proyecto de manifestación, con cargas de gases lacrimógenos.Ante las cargas muy expeditivas de los anti disturbios, los manifestantes comenzaron a dispersarse por el barrio, a la espera de consignas.

La Prefectura hizo saber que era posible entrar y salir de la Plaza de la República, pero subrayando que estaba prohibida toda manifestación. El Comité aceptó transformar la manifestación callejera en un «sit in» (sentada), en la Plaza de la República. Comenzaba una larga tarde de crisis y tensión, con una sucesión de enfrentamientos callejeros pronto sofocados por los anti disturbios.

A la misma hora que estallaban los enfrentamientos en la Plaza de la República, varios grupúsculos de extrema derecha radical se manifestaron en las inmediaciones desplegando banderas que decían White Lives Matter en respuesta al eslogan norteamericano de Black Lives Matter. Estallaron escenas de tensión en los techos de varios edificios próximos a la plaza, enfrentando a anti racistas de ultra derecha radical (defensores de la «identidad blanca») y anti racistas de ultra izquierda radical, que enarbolaban banderolas de este tipo: Fuck White Suppremacy (Follarse a la supremacía blanca). Otra de sus originalidades era el grito de «¡Sucios judíos!».

Sofocada por la fuerza la tensión entre anti racistas blancos y negros, estallaron en la Plaza de la República nuevas tensiones incendiarias.

Varios grupos de «antifas» (ultra izquierda con tentaciones violentas) comenzaron a lanzar cócteles molotov artesanales contra los cordones uniformados de los anti disturbios. La tensión creció cuando la tropa «antifa» consiguió apoderarse de un escudo de vidrio y acero de un anti disturbios desbordado. Las fuerzas del orden parisinas zanjaron la batalla con gases lacrimógenos y cargas espectaculares.

Los partidos tradicionales, de izquierda y derecha, PS, Los Republicanos (LR, derecha) y La República En marcha (LREM, partido de Macron) están al margen de los incendios multiculturales en curso.