Romney gana también en Nevada

El vecino estado de Utah es el centro del mormonismo (57% de sus habitantes) y esa proximidad eleva el número de residentes mormones en Nevada al 7,5%, algo más del doble que la media nacional. Romney no ha hecho carrera política en Utah, pero es considerado el salvador de los Juegos Olímpicos de invierno de 2002 en Salt Lake City, la capital de ese estado.

Su condición de mormón no parece estar afectándole negativamente en estas primarias, al tiempo que puede sumar el apoyo de sus correligionarios. Un reciente estudio indicaba que el 60% de los estadounidenses se encontrarían “cómodos” con un presidente mormón (por encima del 38% que dice lo mismo respecto a un presidente musulmán, o un 37% respecto a un ateo). Hoy, el 26% de los que votaron son mormones, y de ellos el 91% apoyaron a Romney. El candidato también fue el más votado entre protestantes (apoyo del 42%) y entre católicos (53%).

Individualmente, los mormones están volcados con Romney. Alrededor del 80% de ellos se declaran republicanos. Pero oficialmente la Iglesia de los Santos de los Ultimos Días se está mostrando cuidadosamente neutral en el proceso, tanto cuando competían dos mormones como ahora que solo hay uno (Huntsman al final dio su apoyo a Romney).

Si en Nevada Romney se beneficia de su religión, en el estado de Maine le ayuda su pasado como gobernador del cercano Massachusetts. Maine también celebró caucus este sábado, pero en su caso esas asambleas de ciudadanos tienen lugar a lo largo de varios días, de forma que el resultado no se conocerá hasta dentro de una semana. Como en Nevada, Romney también ganó en Maine en su intento de alcanzar la nominación republicana en 2008.