Los palestinos ultiman su asalto diplomático en Naciones Unidas

El negociador palestino explicó que el presidente Mahmud Abás someterá la solicitud al Consejo antes de su discurso en la ONU, previsto para el 23 de septiembre. Se trata de la primera vez que la OLP revela sus intenciones en la estrategia de pedir el reconocimiento de la comunidad internacional a un Estado en las fronteras de 1967. Hasta ahora se especulaba también con la posibilidad de buscar una declaración política a la Asamblea General para no tener que enfrentarse al veto estadounidense.

Israel estima que los movimientos de los palestinos para lograr el reconocimiento internacional en Naciones Unidas no es más que un gesto simbólico. Pero entre los palestinos existe la esperanza de que las conversaciones de alto nivel y los pasos diplomáticos pueda conseguir objetivos inalcanzables durante décadas de conversaciones de paz, revueltas populares y campañas de violencia.

El presidente palestino, Mahmud Abás, se propone trasladar en los próximos al Consejo de Seguridad la petición de ser miembro de pleno derecho. Será algo anecdótico, sostiene Israel, porque el camino hacia la plena adhesión pasa por los quince miembros del Consejo de Seguridad y Estados Unidos está dispuesto a vetar su entrada. El presidente Barack Obama ha confirmado que EE.UU. «se opondría firmemente» porque recurrir a la ONU sólo serviría de «distracción y no resolvería el problema».

Sin embargo, la Asamblea General sí podría dar luz verde la próxima semana en Nueva York a su entrada como Estado miembro observador , situación en la que se encuentra la Ciudad del Vaticano. Formalmente, el reconocimiento sería algo testimonial, pero en Oriente Próximo, inmerso en una histórica ola de cambios, los acontecimientos podrían entrar en una espiral no esperada.

Si bien es difícil predecir el desarrollo del conflicto palestino, son varios los posibles escenarios . Uno de ellos pasaría por retorno de la violencia que caracterizó la década anterior, cuando los atentados suicidas y las represalias israelíes estaban a la orden del día. Los medios de comunicación han informado de marchas masivas en Jerusalén, asedio a los asentamientos judíos en Cisjordania y asaltos en las fronteras y puestos de control fronterizos del ejército. La Autoridad Palestina ha formado un comité para supervisar las «actividades de campo», pero no incluye a Hamás, el grupo armado que gobierna en la franja de GAza desde 2007, convertida en una persistente plataforma de lanzamientos de cohetes contra Israel.

Los palestinos prevén usar su nuevo estatus diplomático para entrar en otros organismos como la Organización Mundial de la Salud, la UNESCO o la Corte Internacional de Justicia. «Eso va a hacer la vida más difícil a Israel», reconoce Alan Baker , exasesor legal del Ministerio de Exteriores israelí. «La decisión de ir a la ONU forma parte de una estrategia para pasar de un marco bilateral de conversaciones a un marco multilateral», consideran los negociadores palestinos.

El reconocimiento internacional, por otro lado, también podría dar a los palestinos la confianza suficiente como para iniciar un nuevo proceso de conversaciones. La posición del primer ministro israelí ha sido hasta ahora la de negar la congelación de la construcción de asentamientos. La desconfianza entre ambas partes negociadoras ha sido una constante hasta ahora.