Musavi advierte al régimen iraní: «No tengo miedo a morir»
Mir Husein Musavi se prepara para el peor escenario posible. Tras una semana trágica para la oposición el líder del “movimiento verde” confesó que “no tengo miedo a morir”. Lo hizo, como es habitual, a través de un comunicado colgado en su página web, Kalemé, ... en el que advirtió al Gobierno de que “una orden de ejecución, asesinato o encarcelamiento no resolverá la situación”. El cerco se va estrechando sobre el ex primer ministro y mano derecha del Imán Jomeini durante los años de la guerra contra Irak y, tras seis meses de desafío al Gobierno, uno de sus sobrinos ha sido asesinado, sus colaboradores más cercanos se encuentran en prisión y los clérigos radicales exigen la pena de muerte contra los responsables de unas revueltas que ahora se elevan contra el Líder Supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
Las protestas son cada vez más violentas en la república islámica y la respuesta de las fuerzas del orden, cada vez más contundente. La represión alcanzó su punto cumbre el pasado domingo con la muerte de al menos ocho manifestantes y la detención de otras quinientas personas. Las autoridades políticas y religiosas del ala ultraconservadora que gobierna Irán apuntan a los líderes de la oposición como los culpables de la inestabilidad interna y en las últimas horas incluso se ha llegado a difundir a través de las agencias oficiales que Mir Husein Musavi y Mehdi Kerrubi, los dos políticos reformistas derrotados por Mahmoud Ahmadineyad en las urnas el pasado 12 de junio, habrían sido trasladados fuera de Teherán a algún punto del norte del país. Información negada por el entorno de las principales figuras opositoras.
Solución al conflicto
En su último comunicado Musavi, una figura política en el Irán de los ochenta que tras veinte años fuera de la escena política regresó como la esperanza del reformismo poco antes de la cita electoral del verano y que con su actual enfrentamiento abierto al régimen se ha ganado la confianza de la “ola verde”, analiza la “profunda crisis” que vive el país y propone un camino hacia la paz en cinco etapas. En primer lugar, el Gobierno, Parlamento y sistema judicial deberían aceptar su “responsabilidad directa” en lo que está ocurriendo. Musavi también pide una nueva ley electoral de carácter “transparente” para evitar que se repitan manipulaciones como las del pasado 12 de junio y, por último, exige la liberación de los cientos de presos políticos, libertad de prensa y de manifestarse en las calles. Unos pasos justamente opuestos a la actual política adoptada por el régimen islámico.
“No hemos recibido órdenes y, por tanto, no tenemos intención de dignificar a ninguna persona con su arresto”, aseguró Ahmad Reza Radan, alto cargo de la Policía iraní en una comparecencia ante el Parlamento para dejar claro que “la detención de los líderes opositores no está en la agenda policial”. En los últimos seis meses las autoridades iraníes mantienen una política de silencio informativo sobre las protestas de la oposición y ayer lanzaron su segundo canal vía satélite para “ofrecer una imagen real de Irán frente a la propaganda occidental”. El canal Sahar Universal Network 2 se une a PressTV, canal del régimen en inglés, y ya son dos las plataformas vía satélite en un país en el que los satélites están prohibidos y donde cada poco tiempo se repiten las redadas de las fuerzas policiales para confiscar las parabólicas de los ciudadanos.
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