Moscú maniobra para controlar las vías de suministro al conflicto afgano

Moscú maniobra para controlar las vías de suministro al conflicto afgano

Las autoridades rusas aseguran no tener nada que ver con las intenciones de Kirguistán de cerrar la única base que le queda a las tropas norteamericanas en el Asia Central ex soviética. Sin embargo, tal medida pone en manos de Moscú el destino del operativo ... que EE.UU. y la OTAN tienen desplegado en Afganistán. El Kremlin se dota así de una potente palanca para disuadir a Washington y a sus aliados de la necesidad de renunciar al escudo antimisiles y de resignarse con la idea de que Abjasia y Osetia del Sur no volverán a pertenecer a Georgia.

El comité de Defensa del Parlamento kirguís dio ayer luz verde a la petición del Gobierno de clausurar la base que el Ejército estadounidense tiene instalada en Manás, localidad en donde también se encuentra el aeropuerto internacional de Bishkek, la capital del país. El proyecto de ley deberá discutirse en otras comisiones y será sometido a votación en una sesión plenaria que deberá tener lugar antes de que acabe febrero.

Pese al deseo expresado este fin de semana en Múnich por el secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, de que Moscú convenza a Bishkek para que eche marcha atrás en sus planes, la decisión se presenta ya como algo irreversible. Así lo ha dado a entender el presidente kirguís, Kurmambek Bakíev, cuyo partido, Ak Zhol, cuenta con mayoría en la Cámara. Serán denunciados 12 acuerdos sobre la utilización de la base de Manás, el principal con EEUU, pero también con España y otros países de la OTAN.

Las instalaciones de Manás albergan el destacamento Mizar del Ejército del Aire, compuesto por algo más de medio centenar de efectivos y dos aviones Hércules C-130. Su misión es dar apoyo al contingente español en Herat (Afganistán), integrado en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (Isaf). Los Hércules realizan vuelos para el relevo de tropas y evacuación de heridos. Los americanos tienen en Manás cerca de un millar de soldados y varios aviones cisterna y de transporte, también para la rotación de sus unidades y el envío de pertrechos a Afganistán.

Bakíev anunció por primera vez su intención de cerrar la base americana, abierta desde diciembre de 2001, el pasado día 3 en Moscú. Lo hizo después de reunirse con su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, quien aceptó conceder a Kirguistán un crédito de 2.000 millones de dólares, otros 150 millones en ayudas y la condonación de parte su deuda. Algunos periódicos rusos creen que ese es el precio que Moscú ha pagado para lograr que el país centroasiático expulse a los americanos.

Sólo con nosotros

En los últimos años, el Kremlin mostró repetidamente su malestar por la presencia de fuerzas de la OTAN en lo que considera su patio trasero. Rusia dispone de una base aérea en Kirguistán, en la localidad de Kant. Pero Medvédev niega cualquier vinculación entre el cierre de Manás y el dinero prometido a Bakíev. Su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha asegurado que, tras el desmantelamiento de la base kirguís y ante los constantes ataques que sufren los convoyes de suministros que llegan desde Pakistán para las tropas desplegadas en Afganistán, EEUU y la OTAN podrán utilizar el suelo ruso como nueva vía de tránsito. La primera condición es que no lleven armas y luego, probablemente, vendrán otras. La OTAN suspendió todo contacto con Moscú después de la irrupción del Ejército ruso en Georgia, el pasado mes de agosto. Las relaciones entre Rusia y EE.UU. también se deterioraron. Así que, si el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, desea elevar el número de efectivos en Afganistán e intensificar las operaciones contra los talibanes, tendrá que templar gaitas con el Kremlin.

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