Rui Rio logra ser reelegido como líder de los conservadores portugueses

Después de cuatro años en los que ha mostrado una alarmante ineficacia a la hora de plantar cara al socialismo de Antonio Costa, los afiliados al (paradójicamente denominado) Partido Social Demócrata (PSD) renovaron su confianza en Rio , que demuestra de esta forma tener más recursos de los que parecía.

Suyo será el papel protagonista en las elecciones generales anticipadas del 30 de enero : tratar de desbancar a los socialistas, incluso aunque ya ha anunciado que no le importaría nada pactar con ellos para «garantizar la gobernabilidad de Portugal».

Dos candidatos de Oporto, Rui Rio y Paulo Rangel, se disputaron el liderazgo de la formación equivalente al PP en España.

De modo que el objetivo era doble: alcanzar la presidencia del partido y, más importante aún , erigirse en una alternativa de gobierno.

Pero las redes sociales están abarrotadas de dudas: ¿va a conseguir ahora lo que no ha logrado en sus cuatro años al frente?

Los votantes del PSD deben creer que sí, a juzgar por el desenlace de estas primarias de urgencia, pues se adelantaron con vistas a preparar mejor el próximo congreso del partido a mediados de diciembre. Y, sobre todo, de cara a ultimar todos los detalles que permitan llegar a las legislativas con unas mínimas garantías.

Otra cosa es que la estrategia de Rui Rio funcione, con los precedentes de derrotas que tiene a sus espaldas y su constante actitud de defender propuestas socialistas , algo impensable en España.

Hasta en leyes como la eutanasia hizo añicos la disciplina de voto y promovió que sus diputados se pronunciasen según sus creencias individuales. Resultado: más de una norma ‘estelar’ del PS terminó aprobándose.

46.000 militantes del PSD estaban llamados a las urnas este último sábado de noviembre, una cantidad que solo contempla a quienes están al día en el pago de sus cuotas. Y es que, hace cuatro años, Rio se hizo con la victoria después de conseguir que se anularan las papeletas emitidas en Madeira