En Italia, Conte y su ministro de Sanidad son los políticos más populares y apoyan sus medidas anticovid

En un sondeo realizado por Ipsos para el Corriere, el primer ministro, el abogado Giuseppe Conte, mantiene una alta popularidad, con el 57% de consenso. Entre los políticos, el ministro de Sanidad es el que goza con mayor confianza, llegando al 36% de apoyo, superando incluso a Giorgia Melloni, de Hermanos de Italia, que se sitúa en segunda posición (34 %), y Salvini (31 %) en tercer lugar.

Con casi 70.000 muertos y dos millones de infectados por el Covid, los italianos acabarán con la pérdida de un 11%, aproximadamente, de su renta. Para el año próximo, en el horizonte se perciben negros nubarrones : aunque habrá un repunte de la economía, el Banco de Italia espera que serán necesarios tres años, hasta finales del 2023, para volver al nivel anterior a la pandemia.

El profesor de Economía en la Universidad Bocconi de Milán, Francesco Giavazzi, editorialista del Corriere, explica en número más comprensibles lo que eso significa: «Para el próximo año, habrá un aumento de dos puntos en la tasa de desempleo: del 10 al 12 por ciento. Supone también que habrá más familias por debajo de la línea de pobreza y más desigualdad en la distribución de la riqueza. Desafortunadamente, en los próximos tres años las colas frente a los comedores sociales serán cada vez más numerosas».

El cataclismo por el Covid que ha vivido Italia en casi once meses del 2020, con devastadoras consecuencias sociales , ha quedado representado de forma gráfica en una imagen que se ha convertido en viral en las redes sociales. Se trata de dos fotos del mismo balcón. Una realizada en marzo: Bajo una maceta con una planta, se ve una pancarta con un arco iris, símbolo de la esperanza, con la frase más común en aquellas fechas para transmitir coraje: «Andrà tutto bene» (todo irá bien). La otra foto, del mismo balcón, es del mes de diciembre: ya no está la máquina del aire acondicionado; solo quedan en la pared los agujeros de sus soportes, y en sustitución de la pancarta de la esperanza se ha colocado el desolador cartel de «se vende».

Nueve meses han transcurrido desde la primera toma del balcón a la segunda. Es evidente que las cosas no han ido bien, sino todo lo contrario. En la primavera se había prometido que «saldríamos más fuertes»: Con los sacrificios del confinamiento, se decía, en el segundo semestre la economía se relanzará y podremos pasar la Navidad serenamente en familia. Nada de eso ha ocurrido . Han aumentado los muertos, son cientos cada día; la crisis económica se ha agravado y las familias en Navidad solo podrán invitar a dos personas.

El profesor universitario Massimo Adinolfi, al comentar la citada imagen del balcón, publicada en algunos medios, recuerda al escritor y semiólogo francés Rolad Barthes: Las fotografías de los periódicos deben ser «leídas» y no simplemente «vistas», porque en la prensa «la fotografía es un mensaje». La del balcón habla de desolación y cuenta la situación social que vive una parte de los italianos.

Pero mejor si también ciertas fotos se documentan con datos. Ayudan a comprender la realidad, que en el caso de Italia es de emergencia social. Según ActionAid, fundación que ayuda a familias pobres, «Italia atraviesa una grave crisis alimentaria». El pasado año había casi cinco millones de familias que vivían por debajo del umbral de la pobreza absoluta, y se estima que al menos otros dos millones más corren el mismo riesgo de máxima pobreza a consecuencia del Covid. A causa de la pandemia, el 33 por 100 de los italianos ha visto caer sus ingresos en al menos una cuarta parte. Si miramos a Europa, bajo el umbral de absoluta pobreza viven 59 millones de personas, según la FAO.

Con la vacuna a las puertas, Italia mantiene la esperanza y confía que en el Fondo de Reconstrucción europeo sirva para corregir las desigualdades. A pesar de que la situación política es confusa, y no se descarta que se abra en el nuevo año una crisis de gobierno, para la gran mayoría de los italianos sus instituciones, muy en particular la presidencia de3 la República, siguen siendo un punto de referencia importante.