«La disuasión no ha funcionado, por eso ha llegado la respuesta desproporcionada»

-¿Es posible una salida política a la situación en la Franja de Gaza con Hamás en el poder?

-Es complicado. En el pasado hemos llegado a ciertos entendimientos con Hamás, pero esto se ha roto en los últimos meses y se ha llegado a una situación que no se puede mantener. Esto no significa que sea imposible, pero Hamás debería cambiar la tendencia y la ideología que le lleva a cometer atentados con los que busca poner fin al estado de Israel. Si esto no ocurre será difícil alcanzar acuerdos.

-¿Cree usted, con la experiencia de casos anteriores, que con este tipo de ofensivas se puede llegar a detener la violencia?

-No se pondrá fin a la violencia sin un entendimiento político, pero debemos recordarle a Hamás que ha de pagar un precio y lo que nosotros buscamos al menos es un periodo de calma aceptable. Hay un millón de ciudadanos amenazados que no pueden ir al colegio o al trabajo y esa situación es imposible de mantener.

-Ni el primer ministro Netanyahu ni los líderes de Hamás están dispuestos a ceder. ¿Se puede llegar a una situación como la vivida en 2008 con la operación Plomo Fundido que costó la vida a 1.400 palestinos?

-Lamentablemente sí. Acaba de caer un misil cerca de Tel Aviv, donde vive un millón de habitantes. Esto nos obliga a reaccionar. Si Hamás no controla el lanzamiento de misiles lo lamento pero no veo muchas opciones.

-¿Ve posible entonces una entrada en breve de tropas por tierra a la Franja?

-No podemos descartarlo. Israel no quiere hacerlo, pero todas las señales lanzadas han tenido como respuesta el aumento de las actividades de Hamás. Si continua con la escalada debe estar dispuesto a autodefenderse. Y si los medios aéreos no son suficientemente disuasorios entraremos por tierra como única solución. Quiero recordar que Israel evacuó la Franja en 2005 para acabar con las actividades terroristas y desde que Hamás se hizo con el poder el territorio se ha convertido en una base de misiles.

-El diario Haaretz recoge testimonios según los que el líder de Hamás asesinado estaría negociado una tregua permanente con autoridades israelíes.

-Ahmed Jabari ha sido el responsable de los ataques a Israel. Puede que tuviera una doble intención y mandara a la vez mensajes políticos. Yo no lo sé. Pero la realidad es que se trataba de un architerrorista que buscaba matanzas de israelíes. Y eso es lo más importante.

-Si bien ustedes han recibido el aplauso de Washington y Londres, Rusia considera que frente al inaceptable lanzamiento de misiles por parte de los palestinos su reacción ha sido desproporcionada.

-No buscamos los aplausos de nadie. Un país no debe reaccionar de la misma manera que una organización terrorista. Si un ladrón hace algo ilegal no podemos esperar de la Policía una reacción proporcionada. Israel ha tratado desde hace meses disuadirlos y no ha funcionado, por eso ha llegado la respuesta desproporcionada. Esperábamos que (el presidente egipcio Mohamed) Mursi ejerciera de moderador y creo que esa ha sido su intención de buena fe, pero no ha logrado el resultado de obtener el fin de la escalada de Hamás.

- Egipto precisamente considera que ustedes están poniendo en peligro las relaciones bilaterales.

-Es verdad. Lo que está ocurriendo mete presión a las relaciones pero creo al mismo tiempo que tanto Israel como Egipto tienen objetivos comunes: el hacer descender la violencia. Creo que debemos trabajar junto a Mursi, que tiene capacidad de influir tanto en Israel como en Hamás pues lo que está ocurriendo es un mal para toda la región. El presidente de Egipto es el principal moderador para lograr la calma. Es difícil, pero espero que las autoridades egipcias puedan ayudar.

- ¿Se puede desvincular todo esto que está ocurriendo del clima preelectoral que vive su país?

-El responsable de todo esto es Hamás, no el gobierno de Israel. Puede que Hamás quiera influir en las elecciones pero no sé en qué sentido. No tiene fundamento decir que Israel quiere elevar la violencia ante los comicios. Benjamín Netanyahu está orgulloso de haber logrado un descenso de la violencia durante su mandato, este es uno de sus puntos fuertes ante las elecciones.