La huelga general amenaza hoy con avivar la ola de protestas en Grecia

Tras el encuentro, Papandreu, dirigente socialista, afirmó que la única solución sería una nueva consulta popular (elecciones anticipadas) y convocó una nueva manifestación «pacífica» en Atenas, con velas, en memoria del muchacho muerto, mientras que la Secretaría General del Partido Comunista griego (KKE) acusó a la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza ) de proteger a los manifestantes más violentos.

El funeral y entierro del joven Alexandros Grigorópulos tuvo lugar en medio de un clima de profundo pesar. Acudieron miles de jóvenes consternados, lo que favoreció que ocurriesen algunos incidentes fuera del cementerio.

Vándalos encapuchados

En el centro de muchas ciudades, los jóvenes -y quienes siembran la violencia- continuaron manifestándose contra la policía, contra el gobierno y contra la crisis. Los estudiantes no se tapan la cara, pero entre ellos se camuflan elementos anarquistas y vándalos encapuchados. En toda Grecia se dice que muchos de estos elementos, los más destructivos, «hablan extranjero ».

La violencia se cebó ayer especialmente con Patrás y Atenas, donde hubo nuevos incendios y destrozos en edificios, establecimientos y coches. La ciudadanía, indignada, intenta entre las algaradas defender sus propiedades y se mantiene al margen de los enfrentamientos. En Patrás fue atacada de nuevo la central de la policía, mientras en Atenas, estudiantes que habían entrado en distintos edificios universitarios sacaron a la calle despachos enteros para prenderles fuego.

Por la noche, Karamanlis volvió a hacer un nuevo llamamiento a la calma y al orden, asegurando que quienes utilizan la violencia y cometen vandalismo son contrarios a la democracia. Pidió a los partidos que condenaran la violencia, la ilegalidad y el comportamiento antidemocrático, y solicitó a partidos y sindicatos que se desconvocara la huelga general programada para hoy para evitar nuevos disturbios. Pero la imagen que está ofreciendo este gobierno, según diferentes comentaristas políticos, es de una debilidad reforzada por el tradicional respeto al «asilo universitario» y la ambivalencia de los políticos ante las fuerzas policiales.

Debilidad gubernamental

Por un lado, el gobierno quiere restablecer el orden y la calma pero sin víctimas de brutalidad policial. Karamanlis quiere también continuar al frente del Gobierno (le quedan otros tres años más) y llevar a cabo las reformas prometidas a pesar de la crisis económica. Pero varios de sus ministros ofrecen una imagen de incompetencia que no ayuda.

Siguen sin aclararse los escándalos con graves sospechas de corrupción, tráfico de influencias y cohecho que han llevado a la caída de tres de sus ministros, lo que debilita aún más su posición. Queda por ver si tras la huelga general de hoy, que había sido convocada hace varias semanas para protestar por las reformas de pensiones y el paro, el clima mejora y volverá a reinar la calma. La opinión pública se pregunta, sin embargo, qué espera el gobierno para tomar las riendas de la situación entre sus manos.