Conservadores y socialistas, condenados a entenderse para mantener a Grecia en el euro

Una quiebra definitiva y la salida de la moneda única hundiría al país en la pobreza de los años sesenta helenos

begoña castiella

Hoy sábado, día en el que ya no hay actividad pre electoral oficial, reina la calma en toda Grecia. Quienes siguen votando en provincias ya se encuentran allí, disfrutando del buen tiempo y reuniéndose con familiares y amigos. Pero todos pendientes de la votación de ... mañana, cuando el electorado después de dos años de recortes, decidirá si quiere seguir en la zona euro y continuar con las reformas del sector público y de todas sus instituciones o volver atrás. Los partidos de extrema derecha y los de la izquierda rechazan las duras medidas impuestas con los dos rescates de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional . Una quiebra definitiva y la salida del euro no es una cuestión de nacionalismo y de recuperar la soberanía nacional, sino de hundir al país en la pobreza volviendo a los años sesenta griegos.

Aunque no se publican sondeos desde hace 12 días, todo indica que serán los conservadores, como primer partido, y los socialistas, como segundo, quienes deberán intentar formar un gobierno de coalición la semana que viene para continuar en el eur o y efectuar las reformas que mejorarían el funcionamiento del país.

Parece claro que los conservadores no conseguirán mayoría absoluta y sería sorprendente que superaran el 30 por ciento de los sufragios. Pero como serán los mas votados, se beneficiarán de los 50 diputados «de regalo» para el primer partido, llegando a tener mas de cien representantes. Si a pesar de toda la demagogia pre electoral consiguen ponerse de acuerdo con los socialistas, ahora bajo el liderazgo del antiguo Ministro de Finanzas , Evánguelos Venizelos, superarían los 151 escaños, lo cual les permitiría seguir implementando las medidas de reformas aprobadas con la troika. Sin embargo, ésto no les da suficiente «legalidad» ante el resto de los partidos, ya que no representarían más del 50 por ciento de los votantes. Necesitarían los votos de quienes apoyan las reformas, como el partido de Dora Bakoyani , Alianza Democrática y el movimiento «Acción» de Stéfanos Manos . Aunque no consigan superar el tres por ciento para entrar en el Parlamento si darían al gobierno de coalición los puntos necesarios para alcanzar el 51 por ciento de los votos reales y poder acallar a los restantes partidos con el argumento de que mas de la mitad de los griegos les apoya.

La estrategia de la derecha

Samarás, líder de los conservadores, ha insistido en su campaña sobre la importancia de seguir en Europa y ha prometido que podrá reducir la burocracia, generar crecimiento económico y utilizar fondos europeos. Ha puntualizado además que podrá «renegociar» parte de las reformas acordadas . Y no habla de lo que falta por hacer: más de 70 medidas de reestructuración del sector público antes de los nuevos recortes para el 2013 y 2014 que superan los once mil millones de euros. Su partido espera superar el 30 por ciento en el último momento, si consigue recuperar a los electores que le han abandonado indignados para seguir al resto de la derecha, contraria a la mayoría de los recortes y reformas hechos por socialistas y durante el gobierno de coalición que se formó el octubre pasado. Empezando por el partido de los Griegos Independientes de Pános Kaménos (que ha absorbido varios diputados expulsados como el de Nueva Democracia), a l populista LAOS de Yorgos Karatzaferis y al neo nazi Nikolaos Michaloliakos de Amanecer Dorado.

Por su parte los socialistas, que en los sondeos no superan el 18 por ciento, esperan aun que parte de su electorado (en otoño del 2009 consiguieron nada menos que el 43,92 por ciento del electorado y 160 diputados) les apoye en el último momento. Venizelos ha mantenido la línea de que PASOK puede ser el partido mas votado para crear un gobierno de coalición progresista. Pero difícilmente superará el 20 por ciento de los sufragios y nadie de la izquierda quiere gobernar con los socialistas, a los que consideran culpables de la crisis y de las medidas de ajuste posteriores.

Ya se habla de tres tipos de coalición entre los dos: si existe poca diferencia entre los dos partidos , Samarás no será primer ministro sino que deberá proponer una personalidad aceptada por los dos partidos, quizás el propio Lukás Papadímos . Se seguiría la denominada «receta Papadimo» de implementar las medias aprobadas. El segundo tipo sería si los conservadores consiguen gran diferencia con los socialistas, entonces se plantearía un gobierno conservador presidido por Samarás, con apoyo de la izquierda pero, posiblemente, sin ningún ministro del PASOK. La tercera posibilidad -y la menos probable- indica que si los socialistas obtienen mas votos que los conservadores, sorprendiendo con una recuperación en el último minuto de parte de su electorado, sería Venizelos quién decidiría como sería el gobierno de coalición.

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