Francia, una república con el conflicto en su ADN

Durante la posguerra mundial, Francia sería uno de los países europeos donde el comunismo arraigó con más fuerza, una de las razones que empujaron a los Estados Unidos a desarrollar en Plan Marshall , una lluvia de millones con la que intentaron alejar a un continente arrasado por la contienda de la ideología promovida por la superpotencia rival.

Ya en la década de 1950, la guerra colonial en Argelia volvió a hacer aflorar la rebeldía de los franceses, especialmente los más jóvenes. El país se dividió entre partidarios y detractores de la independencia del país magrebí y el país rozó el abismo de la guerra civil.

Pero, sin duda, la revuelta más recordada sería la del mayo del 68, que marcaría a toda una generación. Obreros y estudiantes se echaron a las calles de París y de otras ciudades del país para protestar contra la sociedad de consumo y la deriva autoritaria del presidente Charles De Gaulle , héroe nacional de la lucha contra el invasor nazi cuya popularidad caía en picado. La movilización provocó la caída del primer ministro Georges Pompidou, la reforma política de un estado hasta entonces ultracentralista y, a la postre, el final del Gaullismo.

En 2005, la muerte de dos muchachos electrocutados cuando trataban de escapar de la Policía desencadenó una ola de incidentes en los suburbios de mayoría árabe de la periferia de París . Durante días ardieron centenares de vehículos, se destrozó el mobiliario urbano y los antidisturbios tuvieron que emplearse a fondo. El estallido sacó a la luz la marginación, el descontento y la falta de adaptación de gran parte de la inmigración en Francia.

No hubo después alzamientos como aquel, pero las huelgas y conflictos laborales se han dado con frecuencia. En el año 2010, con Nicolas Sarkozy en el Elíseo los sindicatos llevaron a cabo varias huelgas generales contra el retraso de la edad de jubilación. Como ahora contra los cambios que pretenden introducir el presidente François Hollande y su primer ministro Valls en el Código del Trabajo, los sindicatos impulsaron movilizaciones masivas para frenar el proyecto gubernamental.