Francia espera contar con el apoyo y solidaridad de la UE en la crisis de la migración y la pesca

Como prólogo a la reunión de los ministros responsables de la inmigración de Francia, Alemania, Holanda y Bélgica, este domingo, en el puerto francés de Calais , Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea, ha hecho esta declaración oficial: «El Reino Unido abandonó voluntariamente la UE . Le corresponde, pues, decidir la organización del control de sus fronteras. Si no recuerdo mal, el principal slogan de la campaña del referéndum del Brexit fue: 'Recobramos el control de nuestra nación'. El gobierno inglés debe asumir y cumplir sus promesas y compromisos».

Esa declaración del vicepresidente de la UE asume como propia la tesis central del Gobierno de Emmanuel Macron, en sus diversos contenciosos con el gobierno de Boris Johnson (migración ilegal, control de fronteras, pesca).

Francia y el Reino Unido firmaron hace años dos acuerdos bilaterales (Touquet, 2003-2004, y Sandhurst, 2018), que Londres también incumple, según el gobierno francés.

Gérald Darmanin, ministro francés del interior, se reunirá a primera hora de esta tarde en el puerto de Calais con sus colegas alemán, holandés y belga, acompañados de representantes de la UE, Frontext y Europol. La reunión debiera confirmar las posiciones europea y francesa ante las crisis de la migración ilegal y la pesca.

El viernes pasado, Emmanuel Macron pidió a Boris Johnson más «seriedad y responsabilidad» para tratar esos y otros problemas, cuando los pescadores iniciaron un movimiento de cierre de puertos franceses al tráfico marítimo con el Reino Unido. El gobierno francés «dejó hacer» a varios grupos de pescadores que también bloquearon, durante varias horas, el tráfico terrestre por el Eurotunel, que asegura más del 20% del ingreso en Europa , por carretera, de las exportaciones inglesas.

La declaración de Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión, previa a la reunión ministerial de Calais, parece sugerir que Francia puede contar con la solidaridad y apoyo de la UE, recordando al gobierno inglés que «debe cumplir sus promesas y compromisos, en materia de control de sus propias fronteras nacionales». Hasta ahora, el Gobierno de Boris Johnson confiaba en la policía de fronteras francesa para evitar que los migrantes de muy diverso origen intentaran llegar a Inglaterra desde las costas francesas.