Crece el apoyo a la extrema derecha en Francia

Según los analistas de la Sofres, se trata de una «banalización» de las ideas de la extrema derecha, que tiene hoy mayor audiencia que el 2002, cuando Le Pen eliminó al candidato socialista, Lionel Jospin, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de aquel año.

El 2002, el año de la gran victoria lepenista, apenas un 11 por ciento de los franceses decían aprobar las ideas de la extrema derecha. Y un 70% las consideraban peligrosas para la democracia, diciéndose «en total desacuerdo». Diez años más tarde, las ideas del FN han ganado mayor audiencia y encuentran menor «resistencia»: un 31% de franceses las aprueban y un 35% las desaprueban.

El sondeo de la Sofres confirma que el FN se ha consolidado como el primer partido obrero de Francia. El 2002, «solo» un 30% de los obreros se decían simpatizantes de las ideas de la familia Le Pen. Hoy, un 40% de los obreros estiman que el FN es el partido que mejor los representa y exprime sus ideas, cuando el PCF prolonga su interminable agonía y el PS tiene una audiencia mínima entre las «clases populares».

Seguridad, inmigración e Islam son los grandes temas del FN, con un apoyo social significativo. Europa, por el contrario, es una «barrera» y un «techo» infranqueable para la extrema derecha francesa, hoy. Un 66% de los franceses afirman que el FN «lleva razón» cuando afirma que «la justicia es poco severa con los delincuentes». Otro 63% estiman que «no se defienden con suficiente energía los valores tradicionales». Y un 51% coinciden con el FN afirmando que «hay demasiado inmigrantes» y «se conceden demasiados derechos a los musulmanes».

Las ideas del FN sobre Europa y el euro pasan mal o muy mal entre la opinión pública. «Solo» un 30% de los franceses estiman que «hay que suprimir el euro y volver al franco, la moneda nacional», como sostiene Marine Le Pen, candidata del FN a las elecciones presidenciales de finales de abril y primeros de mayo próximos.