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Ese extraño objeto de deseo argentino por los muertos

El caso del cadáver de Maradona, cuyo corazón ha sido extirpado y está en manos de un juez, es el último ejemplo de una pasión necrófila que va del secuestro del cuerpo de Evita a la amputación de las manos de Perón y el Che, pasando por la profanación de los restos de San Martín

Las manos del Che recorrieron medio mundo hasta que llegaron a Fidel Castro

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Los muertos célebres rara vez descansan en Argentina. Los cádaveres son objeto de deseo de fanáticos o moneda de cambio en la arena fúnebre de la política. Alguno, como el de Eva Duarte –vestida de blanco como una novia– fue secuestrado, mancillado y paseado, ... por diferentes países, hasta llegar a Madrid. El de su marido y tres veces presidente, el general Juan Domingo Perón , sufrió la amputación de sus manos. Se pidió un rescate por ellas, pero nunca aparecieron (el móvil económico quedó descartado). Al guerrillero Ernesto «Che» Guevara , también le cortaron las suyas, pero había una explicación: Fidel Castro las quería para comprobar que el «compañero», había abandonado este mundo para siempre, describiría a ABC el boliviano Juan Coronel , «el correo humano» que las trasladó «en un frasco con formol» a Moscú. El último episodio de esta historia negra lo protagoniza, por otras razones, Maradona. Al exnúmero 1 del fútbol lo enterraron sin el corazón.

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