El exilio cubano reacciona con desconfianza al traslado

Tras aclarar que cualquier mejora de las condiciones de los disidentes presos "siempre es bienvenida", reiteró que la petición de sus familiares, las Damas de Blanco, y de Fariñas es la excarcelación.

Fariñas, un periodista independiente, inició una huelga de hambre el 25 de febrero pasado, un día después de ser "detenido y golpeado por la policía" cuando se dirigía a Banes (Cuba) para asistir al entierro del disidente cubano Orlando Zapata Tamayo. Zapata murió por una prolongada huelga de hambre en Cuba.

Para López Montenegro el traslado de seis de los prisioneros políticos es "una estrategia del régimen castrista para ganar tiempo". "Con ello busca desviar la atención de la opinión pública internacional hacia este traslado cuando estaba centrada en el tema de las violaciones a los derechos humanos, la liberación de los reos políticos, la huelga de hambre de Fariñas y la muerte de Zapata Tamayo", precisó.

Por lo tanto, "hay que ver esto con cautela" porque mientras se efectúa este anuncio del traslado, a la par se están haciendo actos de repudio contra la madre de Zapata Tamayo, Reyna Tamayo, todos los domingos y se presiona a las mujeres que apoyan a las Damas de Blanco para que no sigan acompañándoles en sus manifestaciones silenciosas.

"El régimen tiene una agenda que va más allá de lo humanitario. En realidad no se verá el logro de este proceso hasta tanto no se consiga el objetivo final que es la liberación de todos los prisioneros políticos que nunca debieron ser encarcelados porque no cometieron ningún delito", dijo López Montenegro.

El cardenal Jaime Ortega anunció en La Habana que las autoridades cubanas informaron que los presos políticos trasladados son Félix Navarro, José Luis García Paneque, Iván Adolfo Hernández Carrillo, Diosdado González Marrero, Arnaldo Ramos Lauzurique y Antonio Ramón Díaz Sánchez, encarcelados en la ola represiva de la "Primavera Negra" de 2003.