Eslovenia comienza a levantar una valla en su frontera con Croacia

“La frontera seguirá abierta, pero será posible mantener el flujo de refugiados en una intensidad sostenible”, ha explicado el primer ministro esloveno, Miro Cerar, a la cadena de televisión TvSlo. Cerar se queja de que los acuerdos de la UE no se cumplen y calcula que Austria y Alemania están admitiendo solamente unos 6.000 refugiados por día. Las informaciones difundidas en los pasados días por medios griegos, que cifran en unas 30.000 las personas en su territorio dispuestas a emprender cuanto antes la “Ruta de los Balcanes”, ha impulsado al gobierno Cerar a tomar esta medida. Austria, por su parte, también aborda la construcción de una valla en el punto fronterizo de Spielberg, a través del cual entran los refugiados procedentes de Eslovenia.

Con la creación de compartimentos estanco, los países centroeuropeos esperan poder hacerse con las riendas del flujo de refugiados, pero todos los gobiernos son conscientes de que la posición decisiva es la de Alemania. En este sentido, la ministra de Interior de Austria, Johanna Mikl-Leitner , ha saludado el “punto de inflexión” del gobierno de Berlín en política de refugiados. “Esa es la señal que estábamos pidiendo las semanas pasadas, un punto de inflexión que cambie la denominada cultura de la bienvenida por una cultura de la razón y de la proporcionalidad”, ha dicho a la agencia APA, “ahora es necesario que esas noticias sean correctamente difundidas en todo el mundo para que surtan su efecto”.

Mikl-Leitner se refería a las últimas declaraciones de su homólogo alemán, Thomas de Mziziére , señalando que, después de meses concediendo automáticamente asilo político a todos los refugiados procedentes de Siria por motivos humanitarios, Alemania comenzará a seleccionar qué refugiados se quedan en su territorio y cuáles serán trasladados a otros países europeos. Otras nuevas medidas alemanas que desincentivan el flujo son las dirigidas a excluir a los refugiados del salario mínimo de 8,5 euros por hora trabajada y la emisión de documentos de identidad específicos, sin los cuales no es posible acceder a ayudas y que obligan a su titular a permanecer en la comarca alemana de acogida.