Alemania evalúa ofrecer acogida a Mubarak

Las personalidades presentes en la Conferencia de Seguridad de Múnich no han querido hacer comentarios sobre la posibilidad y su director, el ex embajador en EEUU Wolfgang Ischinger, ha respondido que «creo que no es más que un rumor» desviando la atención de los «asuntos esenciales».

Mubarak ha estado por última en Heidelberg en marzo pasado, para la extracción de la vesícula y de un pólipo intestinal. «Puede venir cuando lo deseee, al igual que todos los demás pacientes», ha dicho a la agencia Dpa una portavoz del hospital, que niega preparativos concretos anticipados: «Hasta ahora no tenemos ninguna consulta en este sentido ni del gobierno ni de Exteriores».

Pero representantes de los partidos gubernamentales alemanes no han descartado un posible exilio alemán para Mubarak. Pese a disputar la condición de «asilado político» la portavoz de seguridad del grupo parlamentario liberal, Elke Hoff, dice celebrar la posibilidad de un pronto traslado de Mubarak a Alemania si eso contribuyera a la estabilización.

«En Egipto necesitamos una transición pacífica», ha añadido en la misma dirección el vicepresidente el grupo democristiano, Andreas Schockenhoff: «Si Alemania puede contribuir de manera constructiva en un marco internacional, entonces deberíamos acoger a Hosni Mubarak, si es que él así lo desea».

El presidente egipcio ha anunciado que no se no presentará a la reelección en septiembre, pero los miles de manifestantes que llenan desde hace 13 días las calles de las principales ciudades del país exigen la renuncia del octogenario líder.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha lanzado en la prensa una iniciativa para mejorar el nivel de la cooperación con los estados norteafricanos, tras la sucesión de revueltas en Túnez, Egipto y Yemen. En páginas del «Bild am Sonntag» habla de la necesidad de «una nueva cooperación con los países del norte de África y de Cercano y Mediano Oriente», comparable al vínculo esablecido con Latinoamérica, Rusia o Turquía.

«Se trata de nuestros vecinos», aduce Guido Westerwelle, «ahora necesitamos una nueva cooperación con esta región en aras de la democracia» y como defensa ante la posibilidad del radicalismo islámico. No obstante puntualiza que «quién gobierna en Egipto es exclusivamente asunto del pueblo egipcio».

Alemania desea garantizar su apyo al movimiento democrático egipcio, «la democracia es la mejor vía hacia la estabilidad y estamos del lado de aquellos cuyo objetivo es la democracia y un futuro pacífico y mejor para todos los egipcios. El futuro de Egipto debe configurarse ahora».