Cuando mi vecino es un criminal de guerra

Ya el pasado mes, el fiscal jefe de la corte -Luis Moreno Ocampo- solicitó de nuevo su arresto inmediato, después de que este tribunal condenara a otro ex líder rebelde congoleño, Thomas Lubanga, por delitos similares.

Sin embargo, y pese a su excelso curriculum, el presidente del Congo, Joseph Kabila, ha vuelto a recordar esta semana que, aunque su intención es detener al ex líder rebelde, éste no será entregado a la comunidad internacional .

« Tenemos más de cien razones para arrestarlo y no carecemos de la fuerza o los medios para hacerlo , pero no voy a trabajar bajo presión de la comunidad internacional», aseguró Kabila, durante una visita a la localidad donde Ntaganda se encuentra refugiado.

Comandante del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) antes de que esta milicia se integrara en el Ejército congoleño en 2009, Ntaganda es fiel ejemplo de las alianzas pasadas y presentes entre Kinshasa y los rebeldes que operan al Este del país. Éste es el caso del grupo armado «Resistencia Patriótica Congoleña (Pareco)» , integrado también en el Ejército.

En los últimos días, decenas de estos ex combatientes del CNDP han desertado de las fuerzas del Gobierno, aquejados de «inhumanas condiciones de vida» . Un incremento en las fuerzas rebeldes, que ha provocado que más de 15.000 congoleños huyeran hacia la vecina Uganda durante el fin de semana de Pascua.

Ntaganda, no obstante, ya ha asegurado que no se unirá a los desertores (a pesar de su participación indirecta en los combates). No es extraño. En su «casa rosada» nadie le tose . Tampoco el Tribunal Penal Internacional.