El comandante del Costa Concordia: «Voy a tener que vivir con los muertos»

«Ha habido otros lugares en los que hemos hecho esa maniobra como en Capri, Sorrento, en todo el mundo (...) Es una forma de hacer publicidad», afirma Francesco Schettino . Lo dijo el pasado sábado, cuando días después de su detención. Como ya se ha difundido esta semana , Schettino pretendía tener una deferencia con el «maitre» del barco, Antonio Tievoli , y en homenaje a Mario Palombo , un excapitán de Costa Crocera ya jubilado, que vive en la isla.

Una maniobra imprudente que, eso sí, estaba permitida por la naviera. Schettino quiso dejar claro, en contra de las declaraciones del presidente de la compañía, se trata de una práctica habitual.

El comandante también ha admitido que se equivocó al retrasar la señal de alarma . «Antes de dar la alarma hay que estar seguro para no crear pánico y que la gente pueda morir por nada», se justificó. «Actué cuando tuve la información y estuve seguro de que ya no era posible mantenerlo a flote. ¿Qué hubiera pasado si hubiera puesto a todos los pasajeros en el agua y luego el barco se hubiera mantenido a flote?», añade.

«Voy a tener que vivir con los muertos», le dice Schettino a los fiscales, cuando le instan a detallar los hechos de forma cronológica. El comandante no logra explicar la razón por la que abandonó a la tripulación y se negó a volver al barco . «La he liado. He pasado cerca del Giglio y hemos chocado. Y te informo de todo diciendo la verdad», dijo Schettino la noche del accidente al director de operaciones marinas de la naviera, Roberto Ferrarini .

Para comprobar la veracidad del testimonio de Schettino, los expertos confían en la caja negra, que ha sido recuperada por los buzos, pues en ella podrían haber quedado registradas la conversaciones mantenidas por el capitán en el puente de mando. Schettino, en cambio, indicó que el sistema no funcionaba correctamente y que por tanto no sabe si pudo registrar los datos de forma adecuada, aunque recordó que existe otro mecanismo en la nave que sí pudo hacerlo (el voyage data recorder). También ha sido recuperado el disco duro de la nave.

Mientras, otro aspecto que preocupa es el de la extracción de las 2.380 toneladas de combustible que todavía hay en la nave, ya que una fuga causaría una catástrofe ambiental. La isla del Giglio forma parte de un parque natural marino considerado uno de los más importantes ecosistemas del Mediterráneo.