Baton Rouge, ¿el nuevo Ferguson?

Recordemos a Sterling, un afroamericano de 37 años que iba desarmado y al que le dispararon cuando lo tenían inmovilizado en el suelo. Su muerte fue registrada en vídeos posteriormente divulgados por las redes sociales y medios de comunicación.

Esa muerte se unió en el tiempo a la del afroamericano Philando Castile en Minesota también a manos de la Policía, lo que lanzó más sal a la herida de las tensiones raciales en el país y provocó una ola de protestas lideradas por el movimiento «Black live matters» (las vidas de los negros importan).

En una de ellas, en Dallas (Texas), un francotirador asesinó a cinco policías blancos. «No estamos en contra de la Policía, estamos en contra de lo que está mal» , dijo Sharpton, quien afirmó que la muerte de negros «debe terminar».

Tras el asesinato de Sterling se sucedieron las masivas protestas, con choques continuos contra los antidisturbios, que tenían que recurrir a bombas de humo y variado material antimontines, además de por supuesto detenciones, para desalojar a los manifestantes.

En una de las protestas en Baton Rouge durante estos días, concretamente el 9 de julio, una mujer negra fue fotografiada en actitud pacífica, firme y sola en frente de una fila de policías antidisturbios. La imagen se convirtió en icónica de las protestas. Ieshia Evans, de 35 años, se convirtió de la noche a la mañana en un personaje famoso por la difusión que ha tenido su fotografía, que se ha convertido en todo un símbolo del espíritu de las decenas de manifestaciones que han tenido lugar en las últimas semanas en Estados Unidos.

Miles de personas acudieron ayer, 10 días después de su asesinato, al entierro de Alton Sterling, el vendedor de cedés cuyo asesinato por dos policías blancos convirtió a Baton Rouge en... ¿el nuevo Ferguson?