Bachelet se despide «triste» y agradece al Ejército su labor ante la catástrofe

C. DE CARLOSSANTIAGO DE CHILE. Michelle Bachelet pareció no enterarse del primer terremoto de ayer. La ex presidenta se daba un baño de multitudes en su último día al frente del Gobierno. Saludaba con la mano desde el coche oficial a la gente que ... había salido a las calles. Su despedida oficial era esa pero la formal se había producido la noche anterior con el anuncio de un paquete de medidas económicas más propio de un presidente que llega que de una que se va.Bachelet, arropada por la totalidad de sus ministros, dio buena cuenta de una serie de exenciones fiscales, rebajas impositivas así como subsidios para la población damnificada por el seísmo seguido de un tsunami del pasado 27 de febrero. Entre otros, anunció un bono para agricultores y la suspensión de los requisitos necesarios para poder acceder con facilidades a viviendas.En el mensaje, grabado y emitido en la cadena nacional, la ex presidenta agradeció la labor desarrollada por el Ejército frente a la «peor catástrofe natural de nuestra historia». El gesto se produce después de varios episodios ríspidos entre las Fuerzas Armadas y ella. En las horas posteriores al seísmo y los días subsiguientes se acusaron mutuamente de ser responsables por no haber alertado a la poblaciones costeras del maremoto. El malestar del Ejército aumentó con la tardanza de la ex presidenta en ordenar el desplazamiento de tropas a Concepción donde la ciudad estaba siendo víctima de una tremenda ola de saqueos y pillaje.La ex presidente de Chile, que pasará a la historia por haber sido la primera mujer en alcanzar ese puesto, aseguró que abandonaba el Gobierno «triste pero con la frente alta» y desgranó los aciertos de su gestión. Entre estos rescató «el orgullo de cambios sensibles en el area de la justicia social». Acierto que, según dijo, «no habría sido posible sin las transformaciones que llevaron a cabo los presidentes Aylwin, Eduard Frei y Ricardo Lagos».Con Bachelet se cierra el ciclo de gobierno de veinte años consecutivos de la Concertación, una alianza de centro izquierda que alcanzó el poder tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).