Argentina: la expropiación más surrealista de la historia
El Senado argentino da el primer paso en la expropiación de la fábrica de billetes de curso legal cuyos dueños son un misterio
Argentina: la expropiación más surrealista de la historia
Argentina dará hoy el primer paso en la expropiación más surrealista de la historia. El Senado se dispone a dar luz verde al proyecto de ley presentado por el partido del Gobierno que permitirá estatizar una ... empresa de dueños y accionistas desconocidos pero que imprime millones en papel moneda de curso legal . También, editó las papeletas electorales del peronista Frente para la Victoria al que pertenece Cristina Fernández de Kirchner.
Conocida como la «ex Ciccone» , por su nombre original, la Compañía de Valores Sudamericana pasará a engrosar el patrimonio del Estado gracias a la mayoría oficialista en ambas Cámaras y al respaldo de un sector de la oposición.
La medida difícilmente tenga precedente en cualquier otro país del mundo. Además de nacionalizarse una firma cuyos titulares son un misterio , resulta que la misma forma parte de una causa judicial en la que se investiga, entre otros presuntos delitos, lavado de dinero y su adjudicación irregular para imprimir moneda. El escenario roza lo increíble ya que en esa causa están involucrados el actual vicepresidente del Gobierno Amado Boudou , su pareja, Agustina Kämpfer , al supuesto testaferro de Boudou, Alejandro Venderbroele y al responsable de la Afip (Administración Federal de Ingresos Públicos), Ricardo Echegaray.
La opositora UCR advierte «la gran estafa» si se aprueba la ley
«Es bochornoso y grotesco, inédito en la historia de este Senado, el tratamiento de un proyecto para expropiar una empresa sin que nadie tenga la menor idea de quienes son sus dueños. Excepto el Gobierno porque tiene mucho que ver con los accionistas». La frase pertenece al senador Luis Naidenoff, portavoz de la Unión Cívica Radical en el hemiciclo y apunta a que la Afip concedió un crédito a la empresa original, pese a estar en quiebra, con el apoyo del por entonces ministro de Economía y hoy vicepresidente del Gobierno. En declaraciones a los diarios Clarín y La Nación Naidenoff advirtió que, de aprobarse la ley, -cuenta con sobrada mayoría en ambas Cámaras- «se consolidará una gran estafa».
La letra del proyecto de ley es un estribillo conocido, declara «de utilidad pública y sujeta a expropiación» la ex Ciccone y observa que el Tribunal de Tasaciones determinará el valor de la empresa cuyo misterioso mantenimiento cuesta algo menos de un millón de euros por día.
El escándalo arrancó hace poco más de seis meses. No obstante, la imprenta comenzó la impresión de billetes por valor de cincuenta mil millones de pesos, cerca de nueve mil millones de euros.
Al destaparse la intervención de Bodou para beneficiar a la ex Ciccone Calcográfica y sus vínculos con Alejandro Vandenbroele, presidente de Old Fund, accionista mayoritario en la vieja empresa, el vicepresidente ofreció una rueda de prensa en la que recurrió como mejor defensa al ataque.
El compañero de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones y número dos del Gobierno, abrió el ventilador y embistió contra todos los poderes del Estado. Denunció sobornos, fraudes en el juego, apunto a medios de comunicación, disparó contra gobernadores y salpicó desde al presidente de la Bolsa de valores, Adelmo Gabbi, al equivalente al fiscal general, Esteban Righi que, acto seguido, presentó su dimisión. El mensaje para todos estaba claro: Si caigo no lo haré solo.
La reacción fue inmediata, ningún ministro, senador o diputado peronista volvió a repetir la frase que le condenaba en días previos cuando les preguntaban por su posible inocencia: «No pongo las manos en el fuego por nadie», decían entonces. Hoy, como ironía o sarcasmo del Gobierno, el vicepresidente Amado Boudou presidirá la sesión en el Senado donde, por su cargo, es titular.
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