Alemania apoya con helicópteros la operación de rescate en Kabul

Mientras tanto, comienzan a ser distribuidos en diferentes localidades alemanas los primeros afganos rescatados. Aterrizan en vuelos de Lufthansa en el aeropuerto de Francfort, donde superan una prueba de coronavirus y se les toman las huellas dactilares para su identificación, además de transcribir su nombre a caracteres latinos, y desde allí son trasladados en autobuses al destino asignado. La mayoría de ellos no tiene que superar al procedimiento de asilo. Soldados alemanes acompañan a los grupos de hasta veinte personas con la ayuda de intérpretes. «Se muestran muy desconfiados, sobre todo al principio, tienen miedo de que alguien intente separar a las familias y descansan solamente cuando comprueban que viajan juntos y que son alojados juntos», explica uno de esos acompañantes, Jürgen Bredtmann , que ha viajado con un grupo hasta la localidad de Rahlstedt, cerca de Hamburgo. Se trata de un conjunto de 19 personas que engloba a tres familias, incluidos siete menores de edad. «Al principio estaban muy tensos, pero cuando han visto el trato que se les da, se deshacen en agradecimiento. Y lo siguiente que preguntan es si será posible sacar de Afganistán a otros familiares o amigos, también en peligro», relata.

Hamburgo ha sido el primero de los Bundesländer alemanes en ofrecer 250 plazas para refugiados afganos. La Policía Federal y la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF) trabajan en estrecha colaboración para garantizar la correcta identificación y su registro, antes de emitir un visado excepcional. En el proceso se lleva a cabo un control de seguridad que consiste en una comparación automática con listas de terroristas. «Una vez correctamente identificados, son trasladados a una vivienda provisional y se les proporciona lo necesario para los primeros días», explica el acompañante de otro grupo, cuyo destino ha sido Doberlug-Kirchhain, en Brandeburg, cerca de Berlín. El sistema de distribución, al margen de las ofertas voluntarias que vayan haciendo los gobiernos regionales, es el conocido como sistema Koenigsteiner , que determina qué estado federal tiene que aceptar cuántas personas de acuerdo con los ingresos fiscales y la población. Como se indica en el Ministerio Federal del Interior, se «tiene en cuenta la voluntad de aceptación de los estados federales. Hamburgo fue particularmente temprano, pero ahora hay ya ofertas de todos los estados federados para aceptar afganos». El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, quien también es candidato a canciller de la Unión, anunció por ejemplo que proporcionará alojamiento a 800 empleados afganos de empresas alemanas y a 1.000 mujeres afganas rescatadas.

Los trabajadores locales y sus familias no tienen que pasar por el procedimiento de asilo . Recibirán un permiso de residencia directamente de las autoridades de inmigración locales, que generalmente se limita a tres años. A continuación, pueden abandonar rápidamente el centro de recepción inicial y trasladarse a un alojamiento comunitario. Esta regulación también se aplica a un segundo grupo, según ha anunciado el ministro federal del Interior, Horst Seehofer: las personas que están en las listas del gobierno federal porque son representantes particularmente dignos de la sociedad afgana, incluidos periodistas y activistas de derechos humanos. Los ministros de Interior han acordado que ellos tampoco tendrán que entrar en el procedimiento de asilo.