Absuelta en Pakistán la niña cristiana acusada de blasfemia

Rimsha Masih pasó tres semanas encarcelada en una prisión de alta seguridad y su familia huyó de su casa . Ahora Rimsha es declarada inocente y el clérigo que la denunció está acusado de profanación del libro sagrado para denunciar a la pequeña y falsificación de pruebas. Sin embargo, continúa la preocupación por la seguridad de la niña . No sería la primera vez que justicieros islamistas aplican su ley al margen de los juzgados.

El Tribunal Supremo de Islamabad, capital de Pakistán, ha sobreseído el caso ante la falta de testigos presenciales de la supuesta blasfemia. Además, el juez Hameed Rahman ha pedido a los musulmanes que sean «extremadamente cuidadosos» a la hora de acusar de blasfemia. «Juzgar a Rimsha hubiese sido utilizar los tribunales por otros motivos diferentes a la blasfemia y abusar de la ley », sentenció el juez.

A pesar de ello, la vida de Rimsha continúa en peligro y la familia se encuentra protegida en un lugar secreto desde el pasado 8 de septiembre cuando la pequeña fue puesta en libertad condicional. «Mucha gente no está contenta con el veredicto», afirma a ABC Xavier P. William, activista cristiano y director de la Fundación Masihi en Pakistán. «No pueden volver a su casa. Tendrán que marcharse a otro sitio» .

Desde que en la década de los 80 se establecieran la pena de muerte y cadena perpetua como penas para la blasfemia contra el Islam, alrededor de 1.000 personas han sido acusadas . La mitad de los acusados pertenecen a minorías religiosas, que apenas suponen un 5% de la población de un país mayoritariamente musulmán. Aunque ningún acusado ha sido ejecutado por un juzgado -los tribunales superiores suelen sobreseer los casos-, al menos 40 personas han sido asesinadas a manos de justicieros islamistas.

Asia Bibi, la cristiana condenada a la horca por insultar al profeta hace dos año s, continúa a la espera de la apelación de su caso en prisión. Los activistas creen que el veredicto de Rimsha supone un paso adelante para evitar que la polémica ley vuelva a ser utilizada contra las minorías religiosas de Pakistán