Brasil usará drones contra el trabajo esclavo

«Muchas veces cuando un fiscal llega a una hacienda, que es muy grande, la encontramos con el portón cerrado. Con el drone será fácil ubicar dónde están los trabajadores para poder llegar hasta ellos», explica el auditor fiscal del trabajo de Río de Janeiro, Raúl Vital Brasil.

La deuda equivalente a 550 mil euros eran de la financiera Losango, empresa del grupo HSBC, que perdió un juicio por daño moral colectivo con trabajadores tercerizados. La empresa fue condenada y parte de ese valor se destinó a la compra de seis aparatos no tripulados , cinco para la fiscalía del trabajo, y el sexto donado para operaciones de apoyo de la policía.

Según el fiscal, los drones también ayudarán a controlar grandes obras, como las que están siendo realizadas para los Juegos Olímpicos 2016, en Río de Janeiro. «Con el drone conseguiremos sobrevolar las grandes obras , ver en que nível de evolución están y saber cuál es el mejor momento para actuar», explicó.

Durante las obras para el Mundial de Fútbol, el año pasado, hubo denuncias de trabajo esclavo en algunas construcciones de estadios, e inclusive en la ampliación del moderno aeropuerto internacional de São Paulo, donde fueron encontrados trabajadores en alojamientos sucios, y que estaban mal alimentados . Varias de las obras del Mundial - realizadas a través de concesiones públicas a empresas privadas-, contrataron albañiles haitianos, que estaban en condiciones ilegales, y fueron sometidos a abusos. La migración de haitianos a Brasil aumentó considerablemente después del terremoto en ese país, en 2010.

En cada drone, modelo Inspire1, habrá una cámara para fotografiar y filmar videos con resoluciones de hasta 4K, considerada de ultra definición, que permitirán imágenes en detalle. Los vuelos durarán aproximadamente 20 minutos , con un alcance de de cerca de 2 kilómetros y 70 metros de altura. El uso de drones aún no está reglamentado en Brasil, por lo que los aparatos aún están en fase de pruebas, pero Vital Brasil informó que el pedido de autorización ya está en trámite.

La esclavitud en Brasil fue abolida en 1880, pero el país aún tiene un número alto de personas privadas de libertad y explotadas. Según datos del Ministerio de Trabajo, más de 5 personas son libertadas por día , encontradas en condiciones análogas a las de la esclavitud, haciendo trabajos forzados o cumpliendo jornadas ilegales de más de doce horas diarias, sin alimentación o descanso.

Son comunes, incluso en grandes ciudades como São Paulo, los casos de personas impedidas de salir del trabajo por haber asumido deudas con sus contratantes, lo que ocurre especialmente con bolivianos y peruanos que son explorados en fábricas de costura que abastecen el mercado internacional, o con haitianos, en el sector de construcción civil. El código penal brasileño prevé pena de prisión de dos a ocho años, y multa, para quienes someten personas a trabajos forzados o a jornadas ilegales.