Buscan en Vermont a los dos asesinos fugados

Cuomo ha dicho que los investigadores recibieron información que sugiere que los reclusos David Sweat y Richard Matt discutieron sobre Vermont como un posible destino. El gobernador de Nueva York ha indicado además que tuvieron seis horas «de ventaja» para emprender la fuga, antes de que se percataran de su ausencia en la prisión el sábado por la mañana.

Un intenso operativo -en el que también han participado helicópteros- ha estrechado la búsqueda a la localidad de Willsboro , que cuenta con unos 2.000 habitantes y está situada a unas 40 millas (unos 65 kilómetros) al sur de la prisión, según informa la cadena estadounidense Univision .

La policía del estado de Nueva York ha cercado la zona y está realizando controles de tráfico, ya que desde esa zona «puede ser fácil cruzar la frontera hacia Canadá », según detalla el diario The New York Daily News .

Mientras tanto, el gobernador de Vermont, Peter Shumlin, y el portavoz de la Policía estatal Thomas L'Esperance han asegurado que están en alerta y que se ha puesto en marcha «un operativo de búsqueda». «La campaña de sensibilización incluye información publicada en 'campings' y parques estatales» donde algunas personas pueden no conocer las últimas noticias.

Cuomo reveló el pasado lunes que se está investigando si los dos presos que se fugaron el viernes de la cárcel de máxima seguridad de Dannemora tuvieron ayuda de los propios funcionarios de la prisión.

Matt, de 48 años, y Sweat, de 34, ambos condenados a cadena perpetua por homicidio , lograron escapar de la Instalación Correccional Clinton de Dannemora, situada a unos 30 kilómetros de la frontera canadiense, cavando un túnel . Ha sido la primera fuga en esta prisión en sus 150 años de historia. Conocida como "Pequeña Siberia" entre los habitantes de la zona, el centro correccional de Clinton está considerado de máxima seguridad y cuenta con una población carcelaria de 3.000 reclusos y tiene una plantilla de 1.400 empleados.

«Me sorprendería que hubiera un celador implicado, por decirlo suavemente, pero estamos investigando al trabajador civil y a los contratistas privados para ver si es posible que algún empleado civil o contratista ayudó en la fuga porque no podían tener ellos el material» que utilizaron, dijo Cuomo. La funcionaria de prisiones Joyce Mitchell ha sido ya interrogada por supuesta complicidad.

«Se hizo amiga de los reclusos y puede que les ayudase de alguna forma, pero no voy a dar más detalles», indicó en una rueda de prensa el superintendente de Policía del estado de Nueva York Joseph D'Amico.

Una de las hipótesis con las que trabaja la investigación, según los medios estadounidenses, es que Mitchell proveyó a los presos de las herramientas que utilizaron para escapar de la prisión.

Los presos lograron cortar el acero de los muros de la parte trasera de sus respectivas celdas, situadas una al lado de la otra, y huyeron por un conducto de vapor. Dejaron una nota con la frase «tengan un buen día» y una carita sonriente con rasgos chinos.

La fuga ha desatado una gran operación de búsqueda y se ha ofrecido 100.000 dólares como recompensa por información que permita la captura de los prófugos, considerados peligrosos.

Cuomo ha advertido que los dos fugitivos podrían estar «literalmente en cualquier parte del país» e incluso se ha alertado a las autoridades mexicanas y canadienses.