Jean-Marie Le Pen no podrá hablar más en nombre del Frente Nacional

Marine Le Pen , presidenta del FN, y el comité político del partido han «desaprobado» y «desautorizado» a Jean-Marie Le Pen, presidente de honor y padre de la presidenta, estimando que el patriarca fundador «perturba», «rompe» y «crea muchos problemas» a la línea oficial de su propio partido, definida oficialmente en el congreso de Lyon del otoño pasado.

Jean-Marie Le Pen asistió la mañana del lunes al comité político del FN, que duró cuatro horas y enfrentó en términos muy agrios a los partidarios de Marine (muy mayoritarios) y los partidarios de su padre (minoritarios, pero muy agresivos, con un órgano de expresión propio).

Jean-Marie Le Pen asistió al comité político donde fue «desautorizado». Pero, hábilmente, decidió no participar en el comité ejecutivo, transformado oficiosamente en «comité de sanciones» contra su propio fundador, la tarde del lunes.

Marine Le Pen convocó personalmente el comité ejecutivo del FN, con el fin de «estudiar» las «posibles sanciones» que el partido de la extrema derecha pudiera tomar contra su propio fundador. Sanciones que pudieran oscilar entre la eventual expulsión (nada probable), la «excomunión» oficiosa, y la desautorización definitiva a hacer declaraciones en nombre del FN.

Hábil maniobrero, Jean-Marie Le Pen reaccionó anticipadamente a las posibles sanciones reclamadas por su propia hija, afirmando: «Mi dignidad me impide presentarme delante de un comité disciplinario, siendo totalmente inocente».

Dentro del FN, Marine Le Pen y su compañero sentimental, Louis Aliot, desean confirmar el veto oficial del FN a las declaraciones personales de Jean-Marie Le Pen. Bruno Golnisch, miembro de la vieja guardia pretoriana del patriarca, dice que «sería paradójico privar al FN de la palabra de su propio fundador».

Tras el enfrentamiento personal entre el padre y la hija Le Pen se debate una cuestión estratégica de gran calado.

Marine y los nuevos gestores del FN, entre los quienes se encuentra un pequeño núcleo de homosexuales, desean confirmar el «recentraje» oficial del partido. La presidenta y sus amigos políticos controlan el aparato y sus órganos oficiales de expresión.

Jean-Marie Le Pen y sus amigos critican con severidad el «recentraje» y son partidarios de un FN de extrema derecha clásica y dura. Cuentan con un medio de expresión propio, el semanario «Rivarol» que ha definido el FN de Marine Le Pen como «club gay».